No es la primera vez ni, seguramente, la última, en la que la realidad de Corea del Norte llega a cuentagotas a Occidente. Y tratándose de la salud de su mismísimo líder, todo lo que no sea una imagen de él haciendo cosas dispara la rumorología sobre su estado de salud, especialmente en estos días en los que, a su repetida ausencia de la primera línea, se le suma una presunta operación coronaria que ha dado para considerarle en estado "grave", "en muerte cerebral" o incluso directamente fallecido, como se comentaba este jueves en redes sociales de todo el planeta.
Pyongyang no ha hablado de esta intervención, así que las fuentes que desvelaron esta información hay que encontrarlas en dos medios concretos: la estadounidense CNN y la surcoreana Daily NK, un medio especializado con una red de contactos amplia en el vecino del norte.
Sin embargo, Seúl no solo ha desmentido cualquier relación con esta noticia, sino que se ha apresurado a aclarar que no ha detectado ningún tipo de "actividad inusual" en el norte que pudiera dar pie a pensar en un cambio sucesorio inminente.
Lo cierto es que hay varios hechos que siembran la duda. El más obvio es la ausencia del líder norcoreano, puesto que su última aparición pública data del pasado 11 de abril y durante este tiempo incluso se ha perdido la principal festividad del régimen, el homenaje a su abuelo Kim Il-sung, celebrado el día 15.
Ya en 2014 crecieron las especulaciones sobre la salud de Kim Jong-un. En aquel momento estuvo ausente durante 40 días en los que apenas se tuvo noticia de su paradero ni su estado en el exterior. Finalmente reapareció con una ligera cojera que los servicios de inteligencia surcoreana explicaron con una operación de tobillo.
"Tabaquismo, obesidad y sobreesfuerzo"
Ahora, la gravedad de la situación podría ser mayor. Aunque el líder norcoreano apenas tiene 36 o 37 años, el historial familiar de problemas coronarios y el tabaquismo, la obesidad y el sobreesfuerzo" al que apuntaba Daily NK explicarían esta intervención, celebrada supuestamente el día 12, y tras la cual se habría dicho que su estado es "grave".
Según este medio, Kim se estaría tratando en el Hospital Hyang San, un centro médico exclusivo para la familia en el que, según este periódico, "fue importado el mejor equipo médico de Alemania y Japón y los médicos son los mejores". Entre ellos, el doctor que presuntamente habría hecho la operación.
Según CNN, el otro medio desmentido por Seúl, EEUU "está confirmando los informes" sobre esta supuesta operación, pero que el presidente Trump haya hablado sin tener información contrastada no ayuda a calmar las aguas: "Cuando la CNN sale con un reportaje no le doy mucha credibilidad", dijo el presidente, que acto seguido aseguró que guarda "una muy buena relación con él. Y solo puedo decir esto, le deseo lo mejor", dijo preguntado por ello en una rueda de prensa. "Si otra persona hubiera estado en esta posición estaríamos en guerra ahora mismo", aseguró.
Ambos países mantienen abierto un proceso de negociación desde 2018 en el que ambos líderes se han entrevistado personalmente en dos ocasiones, en Singapur y en Hanoi, si bien no alcanzaron acuerdos sobre el proceso de desnuclearización de Corea del Norte. Por si acaso, el asesor de seguridad nacional de Trump, Robert O'Brien dijo que estaban siguiendo "muy de cerca" todo lo relativo a la salud de Kim.
"Se ve la actividad habitual"
Aunque no se haya podido ver al líder norcoreano, el ministro de Unificación de Corea del Sur también apuntó que por lo que saben "se ven las actividades habituales" en medios de comunicación, negocios e incluso política: al parecer, Pyongyang ha mandado mensajes de agradecimiento en los últimos días a otros líderes mundiales que felicitaron a Kim con motivo del Día Nacional. Por ejemplo, este ministro cita los casos de Zimbabue, Cuba o Siria, que fue el último en salir de Corea del Norte, todos ellos firmados, en principio, por Kim Jong-un. Los medios norcoreanos tampoco le han mostrado pero han continuado aludiendo a sus labores sin ninguna alteración.
Si bien en las últimas horas crecieron los rumores en las redes sociales acerca de la gravedad del dirigente y de lo fallido de la intervención, pase lo que pase surge una duda obvia: ¿qué pasaría en Corea del Norte si falleciese Kim Jong-un? Sin hijos mayores de edad que puedan sucederle, se generaría un vacío de poder en la única dictadura comunista del planeta, algo que los analistas consideran como un peligro potencial para la población por el riesgo de una guerra civil para alzarse con el poder. E incluso expertos citados por Daily Mail van más allá y auguran una guerra nuclear en la que Estados Unidos y Corea del Sur deberían implicarse, en una intervención que "haría palidecer a las de Afganistán o Irak".
"No hay ningún plan de sucesión"
Según Joseph Yun, ex representante de Estados Unidos en Corea del Norte, "no hay ningún plan de sucesión", lo que también le hace pensar que la situación pudiera acabar en un conflicto bélico. Aunque apunta a otra posibilidad: una regencia formada por leales y dirigida por su hermana menor, Kim Yo-jong, que ya ostenta un cargo relevante en el régimen actualmente y que según los analistas "ha comenzado a hacer declaraciones oficiales en su nombre desde el mes pasado".
Yo-jong, cuya edad se sitúa en torno a los 30 años, fue educada en colegios suizos como su hermano, y ha ascendido meteóricamente dentro de la estructura del Partido de los Trabajadores en los últimos años, si bien de cara al exterior adquirió mayor celebridad en 2018, cuando viajó a Corea del Sur para seguir in situ eventos de los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebraron en Pyeongchang. Una imagen más amable y abierta de su régimen que, con la salud de su hermano mediante, podría erigirse en la persona más importante de Corea del Norte.