Un nuevo escándalo ha azotado al Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, después de que se haya conocido que Dominic Cummings, su principal asesor, se saltó las normas de confinamiento impuestas por su Ejecutivo. La oposición ha mostrado su indignación al conocer la noticia y ha pedido la dimisión de Cummings.
Los diarios británicos The Guardian y Daily Mirror fueron los primeros que divulgaron el viernes por la noche que el controvertido Cummings y su esposa viajaron desde Londres hasta la residencia de sus padres en Durham, a más de 400 kilómetros de la capital, donde permanecieron con síntomas de coronavirus.
Al destaparse la noticia, el opositor Partido Laborista exigió al Ejecutivo una "pronta explicación" por el comportamiento de Cummings pues, según las reglas decretadas por el Gobierno, cualquier persona con síntomas de COVID-19 debe autoaislarse en su propia casa y no abandonarla durante siete días, ni para comprar suministros esenciales.
"De ser cierto, el principal asesor parece haber quebrado las instrucciones de confinamiento. La instrucción del Gobierno era muy clara: quédense en casa y no hagan viajes que no sean esenciales", apuntó un portavoz laborista. Esa fuente de la oposición precisó asimismo que los británicos "han realizado sacrificios extraordinarios durante esta pandemia" y "no esperan que haya una regla ellos y otras para los que las trazan".
Downing Street le defiende
El gobierno británico considera que Cummings "se comportó de forma razonable y dentro de la ley" al desplazarse a casa de sus padres durante el confinamiento.
Un portavoz oficial de Downing Street aclaró este sábado que "debido a que su esposa estaba supuestamente infectada de coronavirus y a la alta probabilidad de que él mismo se sintiera indispuesto, le resultó esencial asegurar que su hijo pequeño podría recibir cuidados de manera apropiada", y por ese motivo se trasladaron con su familia.
"Su hermana y sobrinas se ofrecieron a ayudar, así que se fueron a una casa cercana, pero separada de su familia, para tener su ayuda en caso de que fuera necesaria", apuntó la fuente del Gobierno. Según explicó el portavoz, la hermana de Cummings "hacía la compra para la familia y lo dejaba todo fuera (de la vivienda)".
Sin embargo, Johnson indicó el pasado marzo que no se debería recurrir a la ayuda de los abuelos para el cuidado de menores o a familiares mayores "que podrían ser particularmente vulnerables o estar clasificados en alguno de los grupos de personas vulnerables".
En conocimiento de la Policía
El pasado 30 de marzo se hizo público que Cummings, considerado el "arquitecto" de la estrategia del brexit del "premier", había empezado a desarrollar síntomas relacionados con coronavirus y se confinó en solitario en su residencia.
Por su parte, un portavoz del cuerpo policial de Durham confirmó en un comunicado que el día 31 de ese mes se puso en conocimiento de los agentes que "un individuo había viajado desde Londres a Durham y estuvo presente en una dirección de esa ciudad". En la nota, la policía reveló que al contactar entonces con la propiedad, se les confirmó que el sujeto en cuestión estaba allí y se encontraba autoaislado en una parte de esa casa.
Pero el portavoz del Gobierno negó este sábado que la policía llegara a hablar con él o con alguno de sus familiares sobre este asunto, como han asegurado varios medios locales. "Sus acciones han ido en línea con las pautas sobre coronavirus. Dominic Cummings cree que se comportó de manera razonable y dentro de la ley", subrayó.
El ministro del gabinete, Michael Gove, apoyó en Twitter al polémico asesor de Johnson con un mensaje en el que indicaba que "cuidar a tu esposa y a tu hijo no es un delito".
Segundo escándalo por saltarse el confinamiento
Esta polémica ha llegado apenas dos semanas después de que se conociese que uno de los principales asesores científicos del Gobierno para esta crisis, Neil Ferguson, rompió el confinamiento para ver a su amante, después de haber pasado el coronavirus.
Tras conocerse la noticia Ferguson dimitió de su cargo como asesor y pidió disculpas. Aceptó que había "cometido un error" y adujo que "actué pensando que era inmune después de pasar dos semanas de aislamiento".
El caso de Cummings se ha conocido un día después de que el Gobierno británico anunciara que impondrá una cuarentena de 14 días a los viajeros que lleguen al país a partir del 8 de junio para tratar de evitar nuevos brotes.
Saltarse la cuarentena estará castigado con 1.000 libras en Inglaterra (1.120 euros) -Escocia, Gales e Irlanda del Norte establecerán sus propias sanciones- y la policía hará controles domiciliarios aleatorios para comprobar que se cumple.