Corea del Norte ha anunciado este lunes que está ultimando los preparativos para llevar a cabo el “lanzamiento más grande” de folletos y propaganda contra Corea del Sur, como represalia a las acciones similares que realizaron hace unas semanas desertores norcoreanos y que han ocasionado la enésima tensión entre ambos países.
“Las instituciones editoriales y de impresión de todos los niveles de la capital han producido 12 millones de folletos de todo tipo que reflejan la ira y el odio de distintas personas de todos los ámbitos de la vida”, ha informado la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA, por sus siglas en inglés).
El texto señala que Corea del Norte ha preparado diversos equipos y medios para distribuir estos folletos, entre los que se incluyen más de 3.000 globos de varios tipos capaces de repartir esta propaganda por el interior del territorio de Corea del Sur.
Pyongyang ha señalado que su vecino del sur “sólo se librará de su mal hábito, cuando experimente lo doloroso y lo irritante que es deshacerse de los folletos y los desechos que generan”. “Se acerca el momento de la represalia”, concluye el comunicado.
Durante el fin de semana el Gobierno de Seúl exigió a las autoridades norcoreanas que cancelasen “inmediatamente” este envío de octavillas y panfletos, pues suponía una clara violación del acuerdo entre ambos y un paso que no resuelve las prácticas incorrectas entre las dos Coreas, sino que las exacerba.
Aumento de la tensión
La agencia oficial de noticias norcoreana no precisó cuándo está prevista la distribución de los panfletos, la última medida anunciada por Corea del Norte después de que el pasado día 16 de junio hiciese explotar la oficina de enlace mediante la cual se comunicaba con el Gobierno de Corea del Sur, una medida que se produjo además días después de suspender la cooperación debido al lanzamiento de panfletos por los desertores y activistas de Corea del Norte.
Un día después, el Estado Mayor del Ejército de Corea del Norte anunció que retomaría sus maniobras militares en las áreas fronterizas de Kaesong y el monte Kumgang, que hasta ese momento formaban parte de la Zona Desmilitarizada (DMZ) prevista en los acuerdos, a lo que el Sur respondió advirtiendo de que Pyongyang “pagará el precio” de cualquier acción militar que llevase a cabo.
Con el rechazo al diálogo con Corea del Sur, el régimen encabezado por Kim Jong-un buscaba elevar su tono contra el país vecino, a lo que Seúl respondió con mayor dureza de lo habitual, y también con preocupación.
Los analistas consideran que el régimen norcoreano ha encontrado en el envío de globos con propaganda una excusa para endurecer su estrategia de presión en la fracasada cumbre sobre desnuclearización de Hanói de febrero de 2019, en la que Pyonyang aspiraba a lograr una relajación de las sanciones que pesan sobre su país.
Continúan mandando folletos a Pyongyang
A pesar del aumento de tensión entre ambos países y las amenazas de Kim Jong-un, un grupo de activistas ha logrado enviar de nuevo a Corea del Norte una nueva partida de folletos con información contraria al régimen desde el Sur, logrando saltarse el dispositivo policial implementado por Seúl para evitarlo.
"Enviamos los panfletos entre las 23.00 y la medianoche del lunes (entre las 14.00 y 15.00 GMT del lunes) desde (la localidad fronteriza) de Paju", explicó en un comunicado remitido a los medios Park Sang-hak, máximo responsable de la ONG Luchadores por una Corea Libre.
La policía surcoreana está tratando de confirmar dichas informaciones, mientras que un portavoz del Ministerio de Unificación en Seúl subrayó que estos envíos "deben cesar para mejorar las relaciones intercoreanas", según informó la agencia local de noticias Yonhap.
Según Park, seis miembros del grupo enviaron medio millón de pasquines usando unos 20 globos con helio desde una zona muy oscura para evitar ser detectados por la policía, tal y como muestra un breve vídeo compartido también por la ONG. Además de los panfletos, se incluyeron memorias SD conteniendo películas o series extranjeras y 2.000 dólares en billetes de un dólar.
Los panfletos denuncian, entre otras cosas, el asesinato en 2017 a manos del régimen norcoreano de Kim Jong-nam, el hermano del líder, una información a la que un norcoreano medio no tiene acceso.
En una entrevista concedida a Efe y otros medios horas antes del envío de estos globos, Park aseguró que, pese a los intentos de Seúl por impedirlo, seguiría adelante con el envío de estos mensajes.