México está conmocionado con una noticia que ha noqueado al país en mitad de esta pandemia: el secuestro y la muerte de Mónica Segura Temich, una joven embarazada de ocho meses que desapareció el pasado 1 de junio y cuyo cadáver se encontró hace unos días.
La chica de 22 años había quedado con una mujer, de supuesto nombre Ana Paola Covarrubias, para que le regalara ropa para su bebé a través de las redes sociales. Según el periódico mexicano El Universal, la última vez que la vieron con vida fue en una estación de Metro donde tendría que encontrarse supuestamente con Ana Paola.
La familia inició una intensa búsqueda también por las redes sociales y los investigadores acabaron dando con la mujer que había quedado con Mónica a través del anuncio de Facebook.
Cuando entraron en su casa, situada en la ciudad de Juárez, hallaron varias armas de fuego y una incubadora, lo que hizo temer lo peor.
Un día después pudieron detener a la propietaria de la vivienda, una mujer de 33 años que ha sido identificada como Yuli, y a la que han acusado de secuestro y asesinato. Tras un duro interrogatorio, la mujer confesó su participación en los hechos y dónde se encontraba el cadáver de Monica Segura.
Además, la mujer estaba en el momento de la detención junto con una bebé recién nacida que, tras realizarle un análisis genético, se ha demostrado al 100% que es la hija de la joven Monica.
De acuerdo al Ministerio Público, la detenida secuestró a la joven y se la llevó a su casa, donde le arrancó al bebé del vientre tras la realización de varios cortes en la tripa con un objeto punzante y lo metió en la incubadora.
La autopsia ha determinado que Mónica Segura murió por un shock hipovolémico secundario, es decir una pérdida severa de sangre que fue provocada directamente por las incisiones en el abdomen.
La familia de la joven asesinada cree que se trata de una banda ya que otras mujeres embarazadas ya habían denunciado anuncios sospechosos de gente que les ofrecía ropa para sus bebés.