Algunas ciudades europeas están registrando ya los primeros rebrotes debido al ocio nocturno e implantando medidas para frenarlos. En Praga, una fiesta en un local ha dejado este viernes más 100 contagios y 270 personas en cuarentena pese a que la ciudad ha limitado el aforo en distintos eventos. Además, la ciudad de Ámsterdam ha prohibido durante los fines de semana la venta de alcohol en las tiendas del Barrio Rojo a la vez que impone el tráfico peatonal unidireccional en su centro histórico.
Una fiesta en un local nocturno en Praga ha dejado hasta este viernes 109 contagios de coronavirus y 270 personas se mantienen en cuarentena, cuando están aumentando los casos en todo el territorio de República Checa. La responsable sanitaria de Praga, Zdenka Jagrova, ha afirmado que la fiesta se organizó el pasado jueves, aunque espera que se puedan confirmar más casos relacionados con esta reunión.
"Es un grupo de gente joven que se reunió y como todos tienen muchas actividades y muchos contactos, el número de casos de la enfermedad ha aumentado a 109 hasta la fecha", ha trasladado, según recoge la agencia de noticias checa CTK.
La responsable sanitaria ha recordado la importancia de respetar las normas sanitarias, especialmente en eventos masivos y en clubes cerrados al aire libre, donde se incrementa el riesgo de que se produzcan contagios. "Queremos que la gente joven se divierta, pero dejemos que se diviertan afuera", ha añadido.
Por su parte, Ámsterdam ha prohibido durante los fines de semana la venta de alcohol en las tiendas del Barrio Rojo e impone el tráfico peatonal unidireccional en su centro histórico.
Los 'coffeeshops' siguen abiertos
En un intento por mantener a los turistas a un metro de distancia en el centro de la ciudad, las reglas se aplicarán solo los viernes, sábados y domingos, al menos hasta el próximo 1 de septiembre, porque desde el inicio de la relajación de las medidas contra el coronavirus el flujo de visitantes es cada vez mayor.
Según el municipio, la venta de alcohol en los minisupermercados supone que los consumidores no cumplen las reglas, como mantener metro de distancia entre personas que no compartan hogar, por lo que desde este fin de semana su venta queda totalmente prohibida esos días en los locales del centro histórico, aunque estará permitida dentro de bares y restaurantes.
La alcaldesa de la ciudad, Femke Halsema, ha reconocido que "la razón del aumento (de contagios está principalmente en la esfera privada, por personas que reciben amigos en casa sin mantener distancia", pero, aunque los turistas no sean aún una gran fuente de contagios, cree que el riesgo sigue estando presente.
De momento, Halsema descarta tomar medidas más estrictas, como el confinamiento de la población o una prohibición de apertura de los "coffeeshops" (locales dónde se vende legalmente hachís o marihuana) y de trabajo para quienes se dedican a la prostitución en el Barrio Rojo.