La Unión Europea (UE), que celebra este jueves una cumbre telemática sobre Bielorrusia, ha adelantado que adoptará sanciones contra Minsk y ha expresado su respaldo a las manifestaciones antigubernamentales y a sus demandas de cambio.
Pero Lukashenko cuenta con el apoyo del presidente ruso, Vladímir Putin, que este miércoles ha estado en contacto con varios líderes europeos. En una conversación telefónica entre Putin y la canciller alemana Angela Merkel el mandatario ruso le ha advertido de que "cualquier intento de injerencia extranjera es inaceptable".
Después de más de 25 años en el poder, Alexandr Lukashenko, se hizo con la victoria en las elecciones del pasado domingo 9 de agosto con números aplastantes: un 80% según las cifras oficiales. Eso provocó que la oposición se negara a reconocer su victoria y que miles de manifestantes se echaran a las calles para protestar por los resultados.
Transcurridos diez días desde los comicios, la situación sigue siendo tensa. Lukashenko, conocido como "el último dictador de Europa", acusó este miércoles a la oposición de intentar tomar el poder a través del Consejo Coordinador y anunció la movilización del Ejército en la frontera occidental del país (la que limita con Polonia) ante una supuesta intervención desde el exterior.
"Gracias al cielo que reaccionamos y hemos desplegado unidades militares de nuestro Ejército en las fronteras occidentales de la república, y las hemos puesto en máxima alerta", subrayó. Y tras una conversación telefónica con Vladímir Putin, Lukashenko hizo referencia a las declaraciones de algunos dirigentes occidentales "que no saben dónde está Bielorrusia".
Los líderes de la UE se reúnen este jueves y respaldarán a los ciudadanos que se han manifestado en masa contra el Gobierno, tal y como han venido haciendo durante los últimos días.
"El pueblo de Bielorrusia tiene el derecho de determinar su propio futuro. Para permitir eso, tiene que parar la violencia e iniciarse un diálogo pacífico e inclusivo. Los líderes de Bielorrusia deben reflejar la voluntad del pueblo. No debería haber interferencias exteriores", indicó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en su carta de invitación a los líderes.
Partiendo de esta premisa, los jefes de Estado y de Gobierno comunitarios analizarán cuál puede ser la mejor respuesta a una situación que sigue evolucionando en Bielorrusia desde las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto.
La UE y Putin
Michel también habló este miércoles con el presidente ruso, Vladímir Putin, sobre la situación en Bielorrusia, y declaró que "sólo un diálogo pacífico y verdaderamente inclusivo puede resolver la crisis" en ese país.
Putin ya expresó el sábado por teléfono a Lukashenko su apoyo para garantizar la seguridad nacional, al tiempo que denunció los intentos de injerencia externa.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, también habló este miércoles por teléfono con Putin sobre la situación en Bielorrusia y la necesidad de iniciar un diálogo nacional, mientras que el lunes fuentes del Gobierno francés pidieron igualmente que ese diálogo cuente con el apoyo de la Unión Europea y de Rusia, a fin de sacar al país de su actual situación de volatilidad.
En una conversación telefónica también con el dirigente ruso, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, pidió el pasado día 12 recuperar "el camino del diálogo" en Bielorrusia, cuando ya estaban en marcha las protestas de la oposición.
Los resultados electorales han motivado protestas en las calles contra Lukashenko que han sido duramente reprimidas por la Policía, una violencia que ha condenado la UE.
Apoyo de la UE
"El pueblo de Bielorrusia tiene que saber que la UE está de su lado firmemente y que los responsables de violaciones de los derechos humanos y de violencia serán sancionados", declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este lunes en Twitter.
El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, declaró en un comunicado el día 17 que la cantidad de personas que han salido a manifestarse en Bielorrusia "muestra claramente que la población bielorrusa quiere un cambio, y lo quiere ahora", y agregó que "la UE los apoya".
"Estos manifestantes pacíficos tenían peticiones claras: la liberación de todas las personas detenidas ilegalmente, el enjuiciamiento de los responsables de brutalidad policial y la celebración de nuevas elecciones presidenciales", enfatizó.
La UE también ha calificado de "impactante" el trato "inhumano" dado a los detenidos y ha solicitado una investigación transparente sobre ello y que los responsables rindan cuentas.
Borrell también informará este jueves a los líderes de los trabajos para elaborar una nueva lista para "sancionar a los responsables de la violencia, la represión de manifestantes pacíficos y la falsificación de los resultados electorales", que acordaron preparar los ministros comunitarios de Exteriores en una videoconferencia el pasado viernes.
Fuentes comunitarias destacaron que con la cumbre extraordinaria de líderes, la UE quiere "enviar un importante mensaje de solidaridad al pueblo de Bielorrusia".