La Policía griega está reprimiendo este sábado con gases lacrimógenos una protesta de las personas refugiadas en el nuevo campo que se está erigiendo en la isla de Lesbos para albergar a las personas que se han quedado sin techo tras el incendio que devastó el campamento de Moria.
Según informan los medios locales, algunos personas han tirado piedras contra las fuerzas de seguridad, a lo que éstas respondieron lanzando gases. Las imágenes muestran a madres llorando huyendo con sus hijos en brazos y niños escapando del humo.
Se trata de la segunda protesta en 24 horas de los refugiados contra su alojamiento en un nuevo campo. Los refugiados reclaman "libertad" y piden salir de la isla, un sentimiento que comparten con la población y las autoridades locales que exigen al Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis el traslado de estas más de 12.000 personas a la parte continental de Grecia.
Mientras, continúan a ritmo febril los trabajos para montar el nuevo campo, situado en un campo de tiro a pocos kilómetros de Moria. El ministro de Migración griego, Notis Mitarakis, ha asegurado que los primeros refugiados podrán ingresar hoy mismo en la nueva instalación.
En declaraciones a la cadena privada Skai, Mitarakis señaló que todos las personas que vayan entrando en el nuevo campo serán sometidas inmediatamente a una prueba rápida de detección de coronavirus. De esta forma, añadió, las que den positivo serán aisladas un área de cuarentena que ya está lista.
En el momento del incendio, en la madrugada del miércoles pasado, había 35 personas a las que se le había detectado Covid-19, pero a la mayoría de ellas se les perdió la pista tras la catástrofe, por lo que no se sabe a cuántas pueden haber contagiado.
Mitarakis insistió en que las islas griegas ya no pueden seguir llevando solas la carga de la migración y emplazó a Europa a mostrar su solidaridad.