En el mundo se acumulan ya más de 30 millones de casos diagnosticados de coronavirus. El número de muertos es de 947.933 personas a las que esta pandemia se ha llevado por delante. Y en estas macabras cifras de la Covid-19, España ocupa el noveno puesto en el ránking de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Con una nota a pie de página que informa de que la gravedad de la situación se debe a "grupos de casos" o "racimos de casos" o "cúmulo de casos", elijan ustedes la mejor traducción al español de la expresión inglesa para el momento que estamos sufriendo.
Lo más llamativo es que en estas funestas cifras ocupamos el noveno puesto en el escalafón de países más afectados por la Covid-19 elaborado por la OMS. Italia, páis del epicentro del coronavirus en Europa, y donde su expansión se produjo semanas antes que en nuestro país, ocupa la vigésima plaza.
En los 'Juegos Olímpicos del coronavirus' España se sitúa en el 'top ten' de los puestos del medallero con 625.651 casos acumulados frente a los 293.025 diagnosticados en Italia (siempre según las cifras de la OMS). Y las cifras oficiales de Sanidad trasladadas a la OMS señalan 30.405 muertos en nuestro país frente a los 35.658 de los italianos. Aunque nuestras cifras sean a priori más bajas, lo cierto es que hay otros sistemas de conteo, como el informe MoMo de sobremortalidad, que sitúan esa cifra más allá de los 50.000.
El foco, en Europa
Por otra parte, no sólo España, Europa vuelve a ser estos días el centro de atención ante el incremento de positivos por coronavirus, posicionando de nuevo a España y Francia como los países europeos más afectados.
Los pronósticos de las segundas olas o rebrotes como han sido calificados por la OMS son una realidad en el viejo continente y por eso el organismo pide a los países europeos "coherencia regional" y acciones coordinadas contra la "situación muy seria" ante un nuevo pico de la pandemia.
Según la OMS, en las últimas dos semanas más de la mitad de Estados en Europa registró un incremento de casos de más del 10% y en siete países incluso se duplicaron.
Países europeos como Grecia, Dinamarca y Países Bajos tomaron este viernes medidas más restrictivas, mientras otros estudian su adopción, y Madrid ya ha anunciado limitaciones, en especial a la movilidad, que afectan a la región y a la ciudad.
La OMS no oculta su preocupación por Europa. La situación de la pandemia en el continente es "alarmante" para esta institución y este viernes se superóaron los cinco millones de casos, con unas cifras de infecciones diarias (unas 50.000) más altas que las registradas en marzo y abril, en el momento álgido del coronavirus en Europa.
Pese a los más de 300.000 positivos en solo una semana, la cifra de muertes en Europa en esta segunda oleada es muy inferior.
Situación en América
Situación que mira con atención América, donde se acumulan 525.513 fallecidos de los casi 949.000 muertos a nivel mundial, y donde, según el mapa de la Universidad Johns Hopkins, EEUU figura como el primero en número de casos (6.710.585) y decesos (198.306).
Así, mientras los países europeos se vuelven a blindar ante los efectos de la Covid-19 como por ejemplo estudiar medidas más restrictivas e incluso nuevos confinamientos, América Latina que ya cuenta con 8.652.417 positivos y 327.207 muertes, trata de reactivarse económicamente ante los grises pronósticos de la OCDE.
Como si de una caja registradora se tratara, el hecho de que el mundo sume más de 30 millones de casos por Covid-19 no deja de preocupar a la OMS, que ha pedido no bajar los brazos y mantener los esfuerzos en la lucha contra la pandemia.
El ritmo al que las infecciones han aumentado en las últimas semanas muestra cierta estabilidad, pero no una tendencia visible a la baja, con entre 1,8 y 2 millones de casos que se agregan cada semana a las estadísticas.
América Latina sigue figurando en el radar de los países con más casos activos, a pesar de que India desde hace una semana y media está en el segundo lugar a nivel mundial (5.214.677 positivos y 84.372 decesos), Brasil sigue como tercero en la lista con 135.793 muertes, mientras que el número de infectados se acerca ya a los 4,5 millones.
Pese a la llamada del organismo internacional, el presidente Jair Bolsonaro, quien contrajo el virus, parece hacer caso omiso de las recomendaciones al señalar que "quedarse en casa" para evitar la propagación de la Covid es cosa de "débiles".
Agenda de la ONU
La pandemia del coronavirus marca la 75 edición de la Asamblea General de la ONU, que reunirá la próxima semana a líderes de todo el mundo en un inédito formato virtual y en un momento especialmente turbulento en la escena internacional.
La cita, que cada septiembre convierte por unos días a Nueva York en la capital global de la diplomacia, será este año una versión descafeinada de sí misma, con la sede central de Naciones Unidas medio vacía y los tradicionales discursos de los jefes de Estado y de Gobierno limitados a grabaciones en video.
Para mantener un atisbo de normalidad, la organización ha preferido no saltar directamente al ciberespacio, sino que usará un modelo "híbrido", en el que el hemiciclo de la Asamblea estará ocupado por un diplomático de cada país y allí se proyectarán las intervenciones de los jefes de Estado y de Gobierno.
El presidente estadounidense, Donald Trump, que había manifestado su deseo de viajar a Nueva York y ser el único líder que hablase en directo, finalmente también intervendrá por video, según anunció la Casa Blanca en las últimas horas.
"Esta Asamblea General claramente será como ninguna otra", admite Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general, António Guterres, quien abrirá en persona los discursos el próximo martes.
Muchos diplomáticos, incluido el propio Guterres, reconocen que el formato presenta dificultades a la hora de hacer avanzar cuestiones complicadas. "Para ser efectiva, la diplomacia necesita contacto personal", dijo a los periodistas esta semana el político portugués.
Mientras, el novedoso formato, que permitirá a los líderes intervenir cómodamente desde sus despachos, hará que la Asamblea General cuente este año con un número récord de mandatarios.
Según la ONU, se espera a 119 jefes de Estado -cuando lo habitual son unos 70 u 80- y a 54 jefes de Gobierno. Entre ellos, se prevé que intervengan algunos líderes que llevan varios años sin hacerlo, como los presidentes de China, Xi Jinping, y de Rusia, Vladímir Putin.
Momento difícil
Las reuniones de alto nivel se abrirán el próximo lunes, con una cumbre para conmemorar el 75 aniversario de Naciones Unidas, una fecha a la que la organización llega en un momento especialmente complicado.
En medio de un auge de políticas nacionalistas y aislacionistas, la organización se está viendo atacada desde distintos frentes y, en muchas áreas, su trabajo se ve obstaculizado, sino totalmente paralizado, por las diferencias entre las potencias del Consejo de Seguridad y el creciente choque entre Estados Unidos y China en la esfera internacional.
Los 193 países tienen previsto adoptar una declaración que negociaron durante meses y que aporta pocas medidas concretas. "Son cuatro páginas de tópicos", resume en declaraciones a Efe el experto Thomas Weiss, profesor del Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY).
Pandemia y crisis climática
El martes arrancará la Asamblea General en sí, con una jornada muy cargada en la que además de Xi y Putin intervendrán entre otros el presidente de EEUU, Donald Trump; el líder iraní, Hasan Rohaní; el turco, Recep Tayyip Erdogan; el francés, Emmanuel Macron; y varios presidentes latinoamericanos.
La respuesta a la pandemia del coronavirus será uno de los asuntos centrales de las reuniones, con la ONU tratando de impulsar estrategias comunes frente a las acciones nacionales que han primado hasta ahora.
Según el embajador de la Unión Europea (UE) ante la ONU, Olof Skoog, se deben abordar entre otras cosas programas para apoyar a los países más afectados, el trabajo para el desarrollo de vacunas o cuestiones como las moratorias al pago de deuda soberana para las naciones más vulnerables.
Los líderes discutirán también la recuperación de la actual crisis, una recuperación que según ha insistido una y otra vez Guterres tiene que ser "verde" y ayudar a que se cumpla el Acuerdo de París sobre el clima.
La ONU quiere aprovechar la Asamblea General para dar un nuevo impulso a la lucha contra el cambio climático y un encuentro de alto nivel específico sobre ese asunto, que se celebrará el 24 de septiembre.
También se celebrará una cumbre sobre Biodiversidad, el 30 de septiembre, en la que la ONU espera la participación de numerosos líderes para tratar de avanzar en la protección de ecosistemas, en un momento en el que se estima que hasta un millón de especies están en peligro de extinción.
Irán y otros conflictos
En el plano geoestratégico, destaca el choque entre Estados Unidos y el resto de potencias en torno al acuerdo nuclear con Irán, que llegará en un momento de especial tensión ante el fin del embargo de armas que pesa sobre Teherán en octubre.
Tras no lograr prorrogar esa medida, Washington invocó en la ONU una cláusula del pacto de 2015 que permite a los participantes reclamar la reimposición de todas las sanciones que se levantaron entonces al país persa.
Según el Gobierno estadounidense, las sanciones volverán a estar en vigor a partir de este sábado, pero el resto de potencias consideran que el movimiento no tiene validez, ya que EE.UU. abandonó el acuerdo nuclear, por lo que se espera una situación muy controvertida durante la Asamblea General.
Los países también abordarán varios conflictos como los de Libia o situaciones complicadas como la del Líbano, que contarán con sus propios encuentros ministeriales.
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