Una mujer dura, decidida. Últimamente, además, no hace más que hacerle sombra al populista italiano más conocido hasta hoy, el líder de la soberanista Liga, Matteo Salvini. El nombre de esta mujer, en Italia, lo conoce todo el mundo; ya que fue ministra cuando el magnate Silvio Berlusconi, hace ya una década, era el primer ministro del país.
Se trata de la soberanista Giorgia Meloni, jefa de Hermanos de Italia (HDI), quien no sólo se está beneficiando de los votos perdidos por la Liga durante la pandemia, sino que ahora acaba de ser nombrada líder de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, con su acrónimo en inglés), el grupo que aúna a las derechas euroescéptica en el Parlamento Europeo.
Dos importantes hitos para ella: es la única mujer jefa de partido en Italia y la primera persona transalpina en capitanear un grupo parlamentario en el Viejo Continente: “Para mí es un gran honor ser la presidenta del partido de los soberanistas europeos”, afirmó la recién elegida, Giorgia Meloni.
“Hay un espacio posible entre aquellos que quieren salir de Europa y quienes dicen que hay que quedarse dentro de ella sólo obedeciendo ciegamente”, afirmó en Roma tras su nombramiento la líder de HDI quien, en términos internacionales, mantiene sólidos contactos con los soberanistas estadounidenses vinculados a Donald Trump y, en Europa, con los miembros de Vox en España. En las recientes elecciones regionales en Italia, Meloni recibió, por ejemplo, el apoyo de Macarena Olona, la portavoz adjunta y secretaria general de Vox en el Congreso de los Diputados: “¡Adelante sin miedo a nada ni a nadie!” escribió Olona en su cuenta de la red social Twitter.
El ECR reúne a los partidos de centro-derecha del Viejo Continente que se muestran euroescépticos con la Unión Europea (UE). Entre sus puntos básicos se encuentra el libre mercado y una menor carga fiscal para los ciudadanos; pero destaca especialmente el fuerte rechazo a la inmigración, especialmente si es ilegal.
Segundo en importancia
Hermanos de Italia, el partido fundado por Meloni en 2012, es la segunda formación por importancia dentro del ECR en el Parlamento Europeo. Entre sus principales aliados, se encuentran el polaco Ley y Justicia -el más consistente-, el Partido Democrático Cívico (ODS) checo y el español Vox, entre otros. Matteo Salvini y su Liga, sin embargo, pertenecen al grupo Europa de las Naciones y las Libertades (ENL); junto a otros partidos soberanistas, como la Agrupación Nacional francesa, liderada por una gran admiradora del jefe leguista, Marine Le Pen.
Según la prensa italiana, parece inevitable la rivalidad con su compañero soberanista, el leguista Matteo Salvini, dentro de la coalición de derecha soberanista que forman juntos en Italia, ahora mismo en la oposición. El ascenso de Giorgia Meloni es doble: a nivel europeo, pero también nacional.
En lo que se refiere a los juegos de la política transalpina, la líder de HDI está ganando cada vez más terreno. Desde que empezó la pandemia de coronavirus en Italia, en febrero de este año, las contradicciones de Salvini a la hora de contradecir o respetar la acción del Gobierno del primer ministro, Giuseppe Conte; han favorecido una progresiva pérdida de votos por parte de la Liga en las encuestas, que ha pasado del 34% al 24% en lo que va de 2020.
Trasvase de votos
¿Dónde han ido esos votos? Principalmente, a los soberanistas de Meloni, quienes han pasado del 6% al 16% en el mismo periodo. Actualmente -y las últimas elecciones regionales de hace dos semanas lo confirman-, Hermanos de Italia es el único partido, en términos absolutos y relativos, que crece en el país.
A todo esto, hay que sumarle el factor humano. Salvini, quien aun siendo el líder de la oposición no podrá aspirar al Palazzo Chigi hasta 2023; está en horas bajas al no tener el mismo gancho y atractivo como hasta ahora. Sin olvidar que la Liga sería hoy el partido más votado en Italia según la última media de sondeos de este viernes; los electores de derecha y soberanistas ven en Meloni un personaje político duro, convincente, claro, llano y directo.
Un punto positivo de Meloni, respecto a Salvini -quien ha sido vicepresidente del Gobierno y ministro de Interior entre junio de 2018 y septiembre de 2019-; es que todavía no ha entrado en las naturales contradicciones en el trayecto que lleva de la propaganda a la política real.
“Giorgia Meloni está buscando una tercera vía, pero para la derecha”, escribe el conocido diario reformista La Repubblica, recogiendo las palabras de Meloni en una entrevista tras su elección como líder del ECR. La conocida como tercera vía fue una fórmula que, durante los años ‘90, promovieron el demócrata Bill Clinton y el laborista Tony Blair, en Estados Unidos y en Reino Unido respectivamente.
UE antes que Italia
El periódico transalpino La Repubblica habla de la evolución continental de Meloni y de la positiva contradicción que genera en términos europeístas, siendo ella una soberanista: “La ambición de Meloni es, ante todo, más europea que italiana. Ella ha entendido que para cambiar algo dentro de la derecha nacional, hay que empezar por la UE, por tanto el marco en el que opera quien hoy quiere hacer política. Fuera de este marco no hay legitimidad posible”. Dicho de otro modo, mejor una soberanista que actúa con las reglas europeas que una que, desde fuera, prefiere negarlas.
Siguiendo un esquema menos acelerado que Salvini, donde la estrategia principal es la de acumular rápidamente consensos para tumbar al Ejecutivo italiano, el histórico diario Corriere della Sera recuerda que la líder de HDI, en este contexto, prefiere “tener cuidado con los votos de instinto” y “construir el consenso, poco a poco”. Si tiene que haber una derecha soberanista en Italia y en Europa, al menos que sea cambiando determinados registros.