El Consejo de la Federación (Senado) de Rusia aprobó hoy dos proyectos de ley que de hecho blindan de por vida a los expresidentes del país.
El primero de los textos refuerza la inmunidad de los expresidentes, que solo podrán ser privados de ésta en caso de ser acusados de alta traición u otro delito grave después de que los cargos sean confirmados por el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional.
La decisión final sobre el levantamiento de la inmunidad del exjefe de Estado la adoptará el Senado.
La actual legislación establece que el expresidente puede perder su inmunidad en caso de la apertura por el Comité de Instrucción de Rusia de un proceso penal por un delito grave cometido durante el ejercicio de su mandato, con el visto bueno de ambas cámaras del Parlamento.
El segundo proyecto de ley confiere a los expresidentes, incluso en el caso de que hayan dimitido del cargo, el derecho a convertirse en senadores vitalicios.
Para ello solo tendrán que presentar al Consejo de la Federación una simple solicitud.
De modo que una vez que se promulgue la ley podrá acceder al Senado en condición de legislador vitalicio el expresidente Dmitri Medvédev, quien ejerció la jefatura del Estado entre 2008 y 2012.
Las innovaciones que refuerzan las garantías para los expresidentes se inscriben en el marco de las enmiendas constitucionales aprobadas en referéndum en julio pasado a propuesta del presidente Vladímir Putin.
Una de las modificaciones constitucionales, propuesta a última hora y que para los detractores de Putin fue el principal objetivo de la reforma, permite al jefe del Kremlin, que llegó al poder en 2000, presentarse a la reelección en dos ocasiones más, en 2024 y 2030.