La situación comienza a ser muy complicada en Portugal, que ya tiene sobre la mesa confinar a toda la población. Los hospitales ya están al límite tras producirse en las últimas horas un fuerte incremento contagios y de ingresos de pacientes con Covid-19, por lo que las autoridades consideran que esta semana es clave para decidir si habrá un nuevo confinamiento general.
El personal sanitario vuelve a verse sobrepasado por el aumento de hospitalizados, que este domingo registró su mayor pico desde abril, con 215 nuevos pacientes con coronavirus internados.
En total hay 3.770 personas en los hospitales, de las cuales 558 están en cuidados intensivos, donde los números también suben con rapidez.
La situación es tan grave que algunos pacientes han tenido que ser trasladados a otras regiones ante la imposibilidad de varios centros de admitir más ingresos, un escenario al que se añade la ola de frío que mantiene en alerta amarilla el territorio continental de Portugal hasta el miércoles.
Desde el jueves
En este contexto, el Gobierno ultima preparativos para aprobar un confinamiento general de 15 días esta semana, previsiblemente a partir del jueves, con el que el país volverá a la situación que hubo en abril y parte de mayo.
Esta medida supondría el cierre del comercio no alimentario, los servicios y la restauración, que sólo podrá servir comida para llevar o hacer entregas a domicilio.
La industria y la construcción civil se mantendrán en funcionamiento, así como las escuelas, ya que el Ejecutivo considera que no es necesario perturbar el año lectivo.
Las medidas definitivas serán anunciadas después de la reunión que está marcada para este martes con los especialistas para analizar la situación de la pandemia tras las fiestas navideñas.
Portugal está en estado de emergencia, el nivel de alerta más grave, hasta el 15 de enero, aunque será prolongado al menos otros 15 días.
Desde que comenzó la pandemia, el país -con 10 millones de habitantes- suma 7.803 muertes y 483.689 contagios.