Al igual que hizo Donald Trump en Estados Unidos ampliando el muro con México varios cientos de kilómetros, el Rey de Marruecos, Mohamed VI, sigue sus pasos y construye 50 kilómetros para frenar los ataques del Frente Polisario.

Las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos (FAR) han prolongado el muro de defensa en el Sáhara con medio centenar de kilómetros suplementarios, en su mayor parte en la zona internacionalmente reconocida como marroquí, para evitar infiltraciones del Frente Polisario.



La información, que circula desde ayer por las redes sociales, con apoyo de fotos por satélite, es comentada en detalle hoy por el diario Ahdaz al Magrebiya, aunque oficialmente ni las FAR ni el gobierno han confirmado estas obras en el muro.



El muro está construido a solo tres kilómetros de la frontera con Argelia (y de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf), en torno a una comuna rural llamada Touizgui situada en el extremo sureste de Marruecos.



Ha sido levantado por equipos de ingeniería de las FAR con el fin de "estrangular al Polisario", dice el diario, que califica la obra como de carácter defensivo, aunque las FAR no descartan proseguir más al sur y mover el muro hasta la frontera misma con Argelia.



Si eso sucediera, significaría el fin de la "zona colchón" que separa el Sáhara controlado por Marruecos de lo que el Polisario llama "territorios liberados", una denominación que Marruecos siempre ha contestado pero que la ONU tiene en cuenta al calificar esta zona de territorio obligatoriamente desmilitarizado.



Precisamente otra parte de esta "zona colchón", como es el paso de Guerguerat, en el extremo sur del Sáhara y que hace de frontera con Mauritania, provocó el último conflicto entre el Polisario, que declaró la guerra a Marruecos el pasado noviembre cuando el Ejército marroquí desalojó por la fuerza a unas decenas de simpatizantes del Polisario que bloqueaban el paso.



En esos ataques del Polisario contra las FAR -que Marruecos considera meros "hostigamientos"-, los más repetidos han sido precisamente en la zona de Mahbes, que está muy cerca del lugar donde ahora se ha levantado el nuevo muro.



Marruecos siempre sostiene que ha respetado la "zona colchón" durante 30 años - los que ha durado el alto el fuego - con el fin de poder perseguir a los miembros del Polisario sin invadir el territorio de la vecina Argelia, pero en los últimos tiempos cada vez envía más advertencias de que no piensa mantener este statu quo y quiere llevar su control hasta los confines de todo el Sáhara. 

El apoyo de Trump a Mohamed

El pasado 10 de diciembre el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, al tiempo que anunció la normalización de relaciones entre Marruecos e Israel.

"Hoy firmé una proclamación reconociendo la soberanía marroquí sobre Sáhara Occidental. ¡La propuesta de autonomía seria, creíble y realista de Marruecos es la ÚNICA base para una solución justa y duradera por una paz y prosperidad perdurables", escribió Trump en su cuenta Twitter.

El texto de la proclamación de Trump señalaba que "EEUU cree que un Estado saharaui independiente no es una opción realista para resolver el conflicto y que una autonomía genuina bajo soberanía marroquí es la única solución viable".

"Instamos a la partes a iniciar conversaciones sin retraso, empleando el plan de autonomía de Marruecos, como el único marco para negociar una solución aceptable mutuamente", exhortó el presidente.

"Para facilitar el progreso hacia este objetivo -siguió-, Estados Unidos alentará el desarrollo económico y social con Marruecos, incluyendo el territorio del Sáhara Occidental, y con ese fin abrirá un consulado en el territorio del Sáhara Occidental, en Dajla, para promover las oportunidades económicas y comerciales en la región".

Noticias relacionadas