Vuelve el ocio a Israel. Estos días han empezado a circular por redes sociales vídeos que muestran cómo está la vida en los bares y terrazas de Tel Aviv. Imágenes que dan esperanza y sirven al resto del mundo para imaginar cómo podría ser la vuelta a la normalidad tras un plan de vacunación masivo.
En los vídeos aparecen jóvenes bailando, consumiendo copas, tomando cervezas, fumando, sin respetar las distancias de seguridad y sin mascarillas. Una imagen que se produce después de que el país hebreo haya inoculado a más del 80% de la población mayor de 16 años.
Con una población de 9,25 millones de personas, 5,1 millones han recibido al menos la primera dosis de la vacuna y 4,2 millones ambas dosis.
Pero, pese a las viralizadas imágenes de fiesta, hay que recordar que Israel va a mantener las principales medidas de prevención de la Covid-19, ya que las vacunas -aunque son altamente eficaces- no ofrecen una protección total contra la infección, según un portavoz del Ministerio de Salud israelí.
Israel ha utilizado en su campaña de inmunización contra la Covid-19 las vacunas desarrolladas por las compañías Pfizer/BioNTech y Moderna.
El 90% de los mayores de cincuenta años han recibido al menos una dosis de la vacuna o se han enfermado y recuperado de la Covid-19.
La estrategia para lograrlo se ha basado en hacer la inscripción para la vacunación lo más simple posible y en establecer canales de comunicación para que los profesionales sanitarios y el público en general pudiesen expresar sus inquietudes (por ejemplo, sobre eventuales efectos adversos) y recibir respuestas basadas en la ciencia.