Irán frustró este miércoles "un acto de sabotaje" contra un edificio perteneciente a la Organización de la Energía Atómica del país, que no provocó daños, según informó la televisión estatal iraní.
El intento de sabotaje tuvo lugar en la madrugada del miércoles y ya se están llevando a cabo investigaciones para identificar a sus autores y determinar lo sucedido.
La cadena estatal IRIB indicó que el incidente no causó víctimas ni daños materiales debido a las estrictos protocolos de seguridad adoptados recientemente tras otros actos similares de sabotaje contra sitios nucleares del país.
El ataque, que tuvo como blanco un edifico en la provincia de Karaj, vecina a Teherán, fue neutralizado sin que interrumpiera el programa atómico persa.
En abril pasado, la planta de enriquecimiento de uranio iraní de Natanz sufrió un apagón que dañó cientos de centrifugadoras y del que Teherán acusó a Israel. En respuesta, Irán empezó a enriquecer uranio a una pureza del 60%, muy por encima del 3,67% que le permite el pacto nuclear de 2015 (JCPOA por sus siglas en inglés) y a un nivel cercano al necesario para producir una bomba atómica.
Hace dos días, la planta nuclear de Bushehr dejó de funcionar temporalmente, lo que hizo saltar las alarmas, pero la agencia atómica iraní aseguró que se trataba de "un problema técnico".
El intento de sabotaje de hoy coincide con negociaciones nucleares en Viena para encontrar un mecanismo que permita a Estados Unidos regresar al JCPOA, que abandonó en 2018, y a Irán volver a cumplir con sus compromisos.
El domingo pasado se celebró la última reunión de la sexta ronda de negociaciones, en la que ha habido importantes avances que podrían conducir a una conclusión final en la próxima tanda de conversaciones, para las que todavía no hay fecha.
También se produce cinco días después de que resultara elegido nuevo presidente de Irán el clérigo ultraconservador Ebrahim Raisí, quien se muestra partidario de continuar con las negociaciones nucleares pero ha marcado algunas líneas rojas.
El nuevo primer ministro de Israel, el ultranacionalista Naftali Benet, aseguró el pasado domingo que la elección de Raisí es "una señal" para que las principales potencias mundiales "despierten" y "entiendan con quién están negociando y qué tipo de régimen están eligiendo fortalecer".
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