El Frente de Resistencia Nacional (NRF), el grupo opositor que combate a los talibanes en la provincia norteña de Panjshir, tachó de "ilegal" el recién formado Gobierno interino de los islamistas en Afganistán -en el que no hay ninguna mujer-, al tiempo que pidió a la comunidad internacional que no reconozca su régimen.
"El NRF considera ilegal el anuncio del gabinete interino de los talibanes, que es una clara señal de la enemistad del grupo con el pueblo afgano", dijo en un comunicado el movimiento armado, que ha llamado a un levantamiento nacional en contra del poder talibán.
El frente guerrillero calificó el nuevo régimen, designado de manera interina con solo miembros talibanes -aunque éstos prometieron más nombramientos fuera de su círculo-, de ser "una amenaza para la estabilidad y seguridad de Afganistán, la región y el mundo".
El NRF, que sigue luchando por el control de la provincia de Panjshir, bastión opositor a los talibanes, ratificó su promesa de continuar su lucha contra los talibanes, convertido en la única fuerza que se enfrenta abiertamente al nuevo Gobierno.
"Nuestro pueblo independiente y amante de la libertad (...) continuará resistiendo hasta que el país sea liberado de los talibanes y sus aliados terroristas", señaló en el escrito.
"No les reconozcáis"
Para el NRF, el establecimiento de un Gobierno democrático, legal, y legítimo solo puede lograrse mediante la voluntad y el voto del pueblo en una elección general, reconocida por la comunidad internacional.
"Hacemos un llamamiento a Naciones Unidas, la Unión Europea, (...) y otros países para que posterguen el reconocimiento y se abstengan de mantener relaciones diplomáticas con el régimen de los talibanes hasta que se cumplan las condiciones", dijo.
El frente, del que forman parte miembros del gobierno depuesto, dejó además entrever sus planes para "un futuro Gobierno", después de "consultar con importantes figuras políticas y expertos en políticas de Afganistán".
El NRF está dirigido por Ahmad Massoud, hijo del difunto comandante afgano Ahmad Shah Massoud, una leyenda por haber hecho frente a los soviéticos y a los talibanes; y el exvicepresidente afgano Amrullah Saleh.
Sus filas están integradas por guerrilleros y exmiembros de las fuerzas de seguridad afganas que huyeron a la región tras la victoria de los talibanes y la toma de Kabul el pasado 15 de agosto.
El nuevo Gobierno
El gabinete interino anunciado ayer por los talibanes está encabezado por el mulá Hassan Akhund, que se convierte en el nuevo presidente -incluido en la lista de terroristas de la ONU-, con el mulá Abdul Ghani Baradar como su mano derecha y jefe del Gabinete de ministros, reveló el principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, en una rueda de prensa en Kabul.
Aunque Akhund es miembro de la cúpula dirigente de los talibanes desde hace dos décadas y uno de sus fundadores, el líder del Gobierno interino, aunque muy respetado en la formación, es menos conocido que el resto de los ministros anunciados.
Es el caso de Baradar, de 53 años, el cofundador de la milicia talibán y al que durante años se consideró la mano derecha del mulá Omar, el líder fundador del movimiento insurgente. Baradar había sonado con fuerza como presidente de Afganistán.
El nuevo ministro de Interior afgano será Sirajuddin Haqqani, de 48 años, el jefe de una de las agrupaciones insurgentes más temidas en Afganistán: la red terrorista Haqqani, fundada por su padre, Jalaluddin Haqqani, para luchar contra la invasión soviética en la década de 1980. Está en busca y captura por la policía federal estadounidense (FBI) "para ser interrogado por el atentado de enero de 2008 contra un hotel en Kabul, Afganistán, en el que fueron asesinadas seis personas, incluido un ciudadano estadounidense".
Ninguna mujer
La veintena de ministros anunciados por el portavoz de los talibanes pertenecen a la jerarquía de la formación insurgente y todos son mulás o figuras religiosas, mientras que en la lista no aparece ninguna mujer ni personas externas, a pesar de que los talibanes habían prometido un Gobierno "inclusivo" con miembros ajenos a la formación para representar a toda la sociedad afgana.