El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido considerado este jueves a un año de prisión, que podrá cumplir en arresto domiciliario, por la financiación ilegal de su campaña presidencial de 2012, lo que supone su segunda sentencia de cárcel en poco más de medio año.
El Tribunal considera que el jefe del Estado francés entre 2007 y 2012 se benefició de un sistema de doble contabilidad puesto en macha para poder superar los límites de gasto impuestos por la ley francesa.
Esta condena a Sarkozy llega un día después de haber participado en Madrid en la Convención del Partido Popular. Sarkozy no ha acudido a la lectura del veredicto, al que sí acudieron la mayor parte de los otros acusados, todos ellos condenados por estafa, desvío de fondos y financiación ilegal de campaña electoral.
Este nuevo revés judicial se produce siete meses después de que Sarkozy fuera condenado en primera instancia a tres años de cárcel, dos de ellos exentos de cumplimiento y el otro en arresto domiciliario, por corrupción y tráfico de influencias.
Además, desde 2018 está inculpado por la financiación ilícita, con dinero del régimen libio de Muamar al Gadafi, de su campaña presidencial de 2007, la que le llevó al Elíseo.
"Fue advertido"
La jueza Caroline Viguier ha resaltado que "Sarkozy conocía el montante legal del tope de gasto" y ha dicho que "fue advertido por escrito del riesgo de superarlo a través de dos notas", según ha informado el diario francés Le Monde.
"No era su primera campaña y tenía conocimiento de las normas de derecho", ha manifestado la jueza, quien ha apuntado que, pese a todo ello, "Sarkozy siguió manteniendo encuentros en las mismas condiciones que hasta entonces".
Falsificación de facturas
En este sentido, ha hecho hincapié en que "Sarkozy conocía las cuentas de su campaña" y ha añadido que el gasto superó el límite por más de 16,2 millones de euros. "El tribunal considera que el techo fue superado a partir del 18º encuentro, el del 31 de marzo de 2012. A partir de esa fecha, cada acto supuso una infracción", ha valorado.
Sarzoky estaba siendo juzgado junto a otras 13 personas -todas ellas declaradas culpables- por el caso 'Bygmalion', que gira en torno a una supuesta falsificación de facturas para que su campaña se mantuviera por debajo del límite que establece la regulación gala. Los investigadores sospechan que el coste real rondó los 42 millones de euros, ampliamente por encima de los 22,5 millones requeridos.