Los primeros centros de votación de Nicaragua, en Managua, abrieron este domingo sus puertas antes de las 07.00 hora local (13.00 GMT), en unas elecciones en las que el actual presidente, Daniel Ortega, en el poder desde el 2007, busca su quinto mandato y cuarto consecutivo.
Más de 4,4 millones de nicaragüenses están convocados para acudir a las urnas este domingo para elegir al próximo presidente, vicepresidente, a los 90 diputados de la Asamble Nacional y a los 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano. Opositores al presidente Daniel Ortega, junto a defensores de derechos humanos, han calificado las próximas elecciones de "fraudulentas". El ganador, salvo sorpresa inmensamente poco probable, será el actual mandatario.
Human Rights Watch (HRW) calificó este domingo como una "farsa" las elecciones generales en Nicaragua, en las que el presidente del país, el sandinista Daniel Ortega, busca su quinto mandato y cuarto consecutivo, con sus principales rivales en prisión acusados de "traición a la patria".
"Las elecciones de hoy en Nicaragua son una farsa", escribió en su cuenta de Twitter José Miguel Vivanco, director ejecutivo de HRW para las Américas, para quien "Ortega asumirá su cuarto mandato consecutivo a fuerza de represión, censura y miedo".
En una serie de mensajes, Vivanco argumentó que los comicios en Nicaragua son una "farsa", porque desde finales de mayo pasado "el régimen ha detenido y procesado arbitrariamente a 39 críticos del Gobierno, la mayoría de ellos por "traición a la patria", incluidos siete candidatos presidenciales".
Las urnas fueron abiertas hacia las 06.38 hora local (12.38 GMT), con 22 minutos de anticipación respecto a lo programado, y uno de los primeros nicaragüenses en votar fue el canciller Denis Moncada, según imágenes de la televisión local.
Un total de 3.160 Centros de Votación abrirán sus puertas este domingo para las elecciones generales, en las que los ciudadanos elegirán al presidente y vicepresidente de Nicaragua, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano.
Exiliados en Costa Rica
Miles de nicaragüenses exiliados en Costa Rica protestaron este domingo por las principales calles de la capital contra el "fraude" y el "circo" electoral orquestado por el presidente de ese país, Daniel Ortega.
En el marco de una jornada de manifestaciones varios colectivos opositores nicaragüenses se unieron alrededor del mundo para repudiar las elecciones que se realizan este domingo en el país centroamericano.
Con pancartas y consignas como "No tenemos por quien votar todos están presos", "SOS Nicaragua", "Viva Nicaragua libre", "Ortega escucha seguimos en la lucha", "Yo no salgo a votar el 7 de noviembre" los protestantes pidieron a la población no salir a votar y a la comunidad internacional no reconocer las elecciones.
"Hoy vamos a poner en jaque a la dictadura, nos vamos a quedar frente a la embajada de Nicaragua en Costa Rica para llamar la atención de las Naciones Unidas, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos porque estamos pidiendo desde hace 3 años que resuelvan este problema de manera democrática", afirmó a Efe la activista nicaragüense Marianella Castilla.
La protestante añadió que con la marcha buscan dar un mensaje de que Daniel Ortega tiene que irse de la presidencia porque "no es emisario de nuestra paz, no es dueño de nuestra libertad", y hoy puede dar el show de su "farsa electoral" pero Nicaragua entera la repudia.
Dudas de legitimidad
Las dudas sobre la legitimidad ya han surgido por varios motivos. En las elecciones no podrán participar tres partidos opositores por decisión del Consejo Supremo Electoral. Además, siete aspirantes a la Presidencia por la oposición han sido encarcelados en los últimos meses. Otros dos decidieron abandonar el país. Había órdenes de captura contra ellos. Toda la oposición real ha sido desarticulada, por muy poco irrelevante que fuera.
Más de 200.000 personas han abandonado Nicaragua en el contexto electoral, según la organización Nicaragüenses en el Exterior (NEEM), cantidad que casi duplica el éxodo de 108.000 registrados entre 2018 y 2020 por la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnudh). Nicaragua está sometido a una pobreza alarmante. El Banco Mundial calificó a Nicaragua como el segundo país más pobre de su entorno, detrás de Haití. Habitualmente, el 26% de los hogares se queda sin alimentos y el 44% vive por debajo del umbral de pobreza.
Sin sorpresa, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), comandado por el presidente Ortega y su mujer, Rosario Murillo, que es vicepresidenta, es el favorito para ganar las elecciones del domingo. La Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, y diversos países, ya han mostrado sus reservas sobre la legitimidad de los resultados.
El matrimonio que dirige el país, que ya se han proclamado varias veces ganador de los comicios, no quiere que la comunidad internacional se meta "en asuntos internos" de su país. Ortega y su mujer prometen mantener al país por el camino que denominan "revolución". Mientras, continúan oprimiendo al pueblo nicaragüense con detenciones políticas e infundiendo el miedo con órdenes de captura.
Las urnas y las papeletas ya están preparadas desde este sábado. Las 13.459 Juntas Receptoras de Votos (JRV), ubicadas en 3.106 Centros de Votación, ya están conformadas y abrirán sus puertas desde las 07.00 hora local (13.00 GMT) del domingo, en los 153 municipios de Nicaragua, según informó el Consejo Supremo Electoral.
Aunque oficialmente el padrón electoral está calculado en 4,4 millones de nicaragüenses, esta semana pasada el Poder Electoral anunció que admitirá votantes con sus cédulas vencidas, lo que, según medios regidos por el Gobierno, elevó a 4,87 el número de votantes.
Los partidos que se disputan el poder son el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido de Gobierno y probable ganador, así como el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), el Partido Liberal Independiente (PLI), la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), la Alianza por la República (Apre), y Yatama (Hijos de la madre tierra, en lengua miskita), este último solamente en la costa Caribe.
El Ejecutivo designó a 15.000 efectivos del Ejército de Nicaragua y 16.665 agentes de la Policía Nacional para mantener la seguridad, tanto dentro como fuera de los Centros de Votación, durante la jornada electoral.
En declaraciones a medios del Gobierno, el vicepresidente del Electoral, Cairo Amador, calculó que unas 280.000 personas formarán parte de la organización de las elecciones en Nicaragua, sin incluir a los 30.000 policías electorales, ni a los 163.877 fiscales.
El Gobierno nicaragüense también ha buscado crear un ambiente de seguridad y confianza a través de los llamados “acompañantes electorales”, un grupo de más de 200 políticos de diferentes países que, según Urnas Abiertas, son “militantes sandinistas” extranjeros, que sustituirán la figura del “observador electoral”, recientemente anulada de la legislación nicaragüense.
Violencia y prohibiciones
La violencia ha tenido un protagonismo destacado en el último año. El observatorio multidisciplinario Urnas Abiertas ha advertido que en los últimos 12 meses se han registrado 1.656 sucesos de violencia política, 120 en este pasado mes de octubre. Entre los hecho violentos hay “asedios focalizados, hostigamiento, citatorias y amenazas”, supuestamente de parte de empleados e instituciones “estatales y paraestatales”.
Lejos de la realidad, la vicepresidente Murillo, cuyo esposo, el presidente, también es jefe de la Policía y de las Fuerzas Armadas, y controla todos los Poderes del Estado, ha afirmado que el proceso electoral se ha desarrollado “en paz, tranquilo”.
La sospecha de que pueda haber revueltas o episodios violentos existe. La Policía Nacional ha prohibido la portación de armas de fuego e hirientes tan solo dos días antes de los comicios, salvo para agentes policiales, efectivos militares y del Sistema Penitenciario Nacional en el ejercicio de sus funciones.
Las bebidas alcohólicas, así como el transporte de sustancias químicas, tóxicas y explosivas, salvo el gas licuado o cuando sean trasladadas por empresas, han sido prohibidas desde este sábado.
42 años de control
De ganas las elecciones, el presidente Ortega podrá unir su celebración de victoria con su 76 cumpleaños el próximo día 11. En sus últimos 42 años ha tenido un dominio casi absoluto de la política nicaragüense. Si sale victorioso, alcanzaría su cuarto mandato consecutivo y sexto en total, si se incluyen los primeros dos que le permitieron gobernar entre 1979 y 1990.
Con un total de 26 años como jefe de Estado, Ortega es el hombre con más tiempo en el poder, incluso sobre otros dictadores como Anastasio Somoza Debayle (1956-1963, 1972-1979), y su padre, Anastasio Somoza García (1937-1947, 1950-1956).