Vladimir Putin se había movido hasta ahora en la ambigüedad en relación con la vacuna contra la Covid-19. Se inmunizó en febrero, pero no reveló hasta junio que fue con Sputnik V, entre desconfianza generalizada de su población sobre la eficacia.
El presidente de Rusia, de 69 años, ha informado personalmente de que se ha puesto la dosis de refuerzo, Lo ha hecho en una reunión con el vicedirector del Centro Gamaleya, desarrollador del preparado de esa vacuna, Denís Logunov.
"Hoy, por recomendación suya, me puse la vacuna Sputnik Light, me revacuné", ha declarado el mandatario, que dice sentirse bien.
Sputnik V, que está autorizada en 71 países hasta ahora y según sus promotores tiene una eficacia del 97,6%, no está aprobada aún por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
En spray nasal
Moscú promueve su uso como un "refuerzo universal eficaz" para las vacunas producidas por AstraZeneca, Sinopharm, Moderna y CanSino. Putin se ha mostrado interesado además en participar en los ensayos de la versión en spray nasal.
"¿Puedo participar en el experimento?", ha preguntado a Logunov, quien le ha respondido afirmativamente y le ha pedido firmar el documento de consentimiento necesario. "Lo firmaré definitivamente. Quizás incluso hoy", ha zanjado Putin.
El número de nuevos contagios de Covid-19 en Rusia ha bajado este lunes de los 36.000, casi 1.300 menos que la víspera, pero la cifra de muertes por la enfermedad sigue cerca del récord con 1.241 decesos en la última jornada, según los datos del centro operativo de lucha contra el coronavirus.