El mundo conoció a Sharbat Gula en 1985, en una histórica portada de National Geographic. Pero seguramente no sea tan conocida por su nombre como por su mirada, como por ser la niña afgana inmortalizada por Steve McCurry. Esa niña afgana tiene hoy 49 años y acaba de llegar a Roma. Italia la ha evacuado de Afganistán y le ofrece asilo.
El Gobierno de Mario Draghi ha confirmado que Sharbat Gula es una de las personas rescatadas del país en manos de los talibán, que tanto ella como numerosas organizaciones habían solicitado esta medida. Italia se compromete no solo a su acogida sino también a su plena "integración" en la sociedad.
Gula "pasó a simbolizar las vicisitudes y el conflicto en el capítulo de la historia que Afganistán y su pueblo atravesaban en ese momento", dice una nota de la oficina del primer ministro Draghi. En efecto, y pese a que el elemento que más trascendió fue su rostro, aquella niña de 13 años representaba a muchos otros compatriotas refugiados en un campo de Pakistán.
Su vida corría peligro
El impacto de la portada visibilizó el drama de los afganos, entonces en plena guerra por la invasión de la Unión Soviética.
McCurry no supo su nombre hasta 17 años después. Tras una larga búsqueda la volvió a encontrar y confirmó su identidad utilizando una técnica de reconocimiento de iris. Y Gula nunca había visto la foto hasta 2002, cuando volvió a ser fotografiada para National Geographic.
Gula fue detenida y extraditada desde Pakistán a Afganistán por supuesta falsificación de documentos de identidad. Su vida corría serio peligro. Italia la tiene al fin a salvo.