Francia anunció este martes la muerte de Soumana Boura, considerado uno de los jefes del Estado Islámico en el Gran Sahel (EIGS), asesinado por los militares franceses con un ataque aéreo al norte de la ciudad de Tillabéri, en Níger. El Ministerio de Defensa explicó en un comunicado que la "neutralización" de Boura se produjo en una operación que llevaron a cabo los militares franceses de la fuerza Barkhane, que opera en el Sahel "en estrecha coordinación" con las autoridades de Níger.
Después de localizar lo que se estimó "una zona santuario" del EIGS al norte de Tillabéri y de identificar formalmente al cabecilla, el objetivo fue bombardeado desde el aire. A continuación se envió un comando en helicóptero para comprobar el resultado del ataque.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa francés, Boura estaba al frente de un grupo de varias decenas de combatientes activos del grupo yihadista en la región de Gober Gourou y de Firo, en el oeste de Níger. Se le considera uno de los autores del asesinato el 9 de agosto de 2020 de ocho personas, seis franceses y dos acompañantes nigerinos, en el parque de Kouré en ese país.
Boura filmó esa acción terrorista y luego se encargó de su mediatización, según el Gobierno francés, que destacó que su eliminación supone "un nuevo gran golpe" contra el EIGS, que ha perdido a varios de sus dirigentes en los últimos meses. En junio fue "neutralizado" Almahmoud ag Baye, alias "Ikaray", y fueron capturados Dadi Ould Chaib, conocido como "Abou Dardar", y Sidi Ahmed Ould Mohammed, alias "Khattab al-Mauritani".
En julio, también fueron muertos Issa al Sahraoui, coordinador logístico y financiero del EIGS y jefe de la organización en Mali, y Abou Abderahmane al Sahraoui, encargado de pronunciar las sentencias en nombre del grupo yihadista. Al mes siguiente, ocurrió lo mismo con Adnan Abou Walid al Sahraoui, calificado de emir del EIGS.
Para el departamento francés de Defensa, la operación de ayer permite luchar contra su expansión e impedirle tomar el control de algunas partes de la llamada región de las tres fronteras (entre Burkina Faso, Níger y Mali).
Francia tiene desplegada una fuerza militar desde enero de 2013 en el Sahel para luchar contra los grupos yihadistas. Inicialmente fue a petición de Bamako, ante el temor de que esos grupos que ya controlaban amplias zonas al norte se hicieran con todo el país.
La misión se extendió más tarde a otros países del Sahel, pero desde el pasado verano París anunció un repliegue de varias de sus bases y una reducción de los efectivos, que deberían pasar de 5.100 a unos 2.500-3.000 en el horizonte de 2023.