Rusia y China siguen haciendo gestos para mostrar a occidente como su relación se profundiza. En plena crisis con Estados Unidos y la Unión Europea, por la tensión en Ucrania, Vladímir Putin y Xi Jinping han aprovechado la inauguración de los Juegos de Invierno para reunirse y escenificar una vez más la alianza que inquieta a occidente.
Los dos líderes discutieron las relaciones bilaterales y una serie de temas importantes relacionados con la seguridad y la estabilidad estratégicas internacionales. China y Rusia profundizarán "sin descanso" su "coordinación estratégica" y afrontarán juntas "las amenazas a la seguridad regional", ha afirmado este viernes el presidente chino, Xi Jinping.
"Esto es algo que no ha cambiado y no cambiará. Respetamos la soberanía del otro, así como sus intereses de seguridad y de desarrollo. Afrontaremos las injerencias exteriores y las amenazas a la seguridad regional", dijo Xi Jinping.
Putin, que llegó hoy a Pekín para asistir a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022, celebró que las relaciones de su país con China gozan de "una cercanía sin precedentes" y que ve en el país asiático su socio estratégico "más importante" y un "amigo afín".
Entre los temas tratados está un nuevo acuerdo para suministrar más gas a China. Rusia, un importante exportador de hidrocarburos y ya el tercer proveedor de gas de Pekín, ha estado fortaleciendo los lazos con China, el mayor consumidor de energía del mundo.
"Nuestros petroleros han preparado muy buenas soluciones nuevas sobre el suministro de hidrocarburos a la República Popular China", ha dicho Putin en una reunión con Xi para discutir una cooperación más estrecha. "Y se dio un paso adelante en la industria del gas, me refiero a un nuevo contrato para el suministro de 10 mil millones de metros cúbicos por año a China desde Rusia", aclaró.
Putin viajó a China acompañado por varios funcionarios y ejecutivos de negocios rusos, incluido Igor Sechin, director del gigante petrolero Rosneft. Aunque Alexei Miller, el jefe de Gazprom, que tiene el monopolio de las exportaciones de gas de Rusia por gasoducto, no está en la delegación.
Rusia envía gas a China a través de su gasoducto Power of Siberia, que comenzó a bombear suministros en 2019, y mediante el envío de gas natural licuado exportó 16.500 millones de metros cúbicos de gas a China en 2021.
Ambos países emitieron además un comunicado conjunto sobre la entrada de las relaciones internacionales "en una nueva era" en la que exponen sus "posiciones comunes" sobre "democracia, orden, desarrollo y seguridad" y en el que exponen su disconformidad ante el crecimiento de la OTAN.
Rusia y China no solo "se oponen a una mayor expansión de la OTAN", sino que piden además a la Alianza Atlántica "que abandone los enfoques ideológicos de la era de la Guerra Fría, respete la soberanía, la seguridad y los intereses de otros países".
"Hemos participado activamente en la reforma y la construcción del sistema de gobernanza global, practicado el multilateralismo y salvaguardado el verdadero espíritu de la democracia. Jugamos un papel esencial a la hora de unir a la comunidad internacional a superar las dificultades y en salvaguardar la justicia y la equidad internacional", dijo Xi.
Por su parte, el mandatario ruso recordó que desde que ambos están en el poder "China y Rusia se han apoyado mutuamente en todo tipo de materias", incluyendo la política exterior y el desarrollo económico, y que los lazos entre los dos países son "un modelo de lo que deben ser las relaciones internacionales en el siglo XXI".