El presidente ruso Vladímir Putin ha pedido este viernes a los demás países que "normalicen las relaciones con Rusia" y ha asegurado que "no tiene malas intenciones" con relación a sus vecinos. Las declaraciones del presidente ruso ocurren después de una noche especialmente violenta en Ucrania, país que ha invadido el pasado 24 de febrero, y en el que acaba de atacar la mayor central nuclear de Europa.
En una declaración transmitida por la televisión rusa, el presidente ha pedido también que no se adopten nuevas restricciones contra el país. "No hay malas intenciones hacia nuestros vecinos. Y también les aconsejaría que no escalen la situación, que no introduzcan ninguna restricción más. Cumplimos con todas nuestras obligaciones y las seguiremos cumpliendo", ha dicho.
Vladímir Putin reconoció que las sanciones dañan el país pero aseguró que la economía rusa se habría adaptado a la situación actual. "Por muy difícil y complejo que sea, continuaremos desarrollándonos sin falta, fortaleceremos la infraestructura de transporte y logística en todo el país", añadió.
En un intento de seguir vendiendo su relato en su país, Putin ha asegurado que "todas nuestras acciones, si surgen, siempre surgen exclusivamente en respuesta a algunas acciones hostiles, acciones contra la Federación Rusa". "No vemos ninguna necesidad aquí de agravar o empeorar nuestras relaciones", explicó.
Propaganda
Desde que empezó la agresión a Rusia, Putin ha activado la maquinaria de propaganda para inundar el país de desinformación y controlar a los opositores que se atreven a salir a la calle a protestar. El fin de semana después de invadir Ucrania, las autoridades rusas han ordenado a cerca de una decena de televisiones y periódicos rusos que eliminen todo el contenido donde surgiera la palabra "guerra".
De no retirar la palabra, las autoridades podrían ordenar el bloqueo de la web y multar los medios en decenas de miles de euros. Las autoridades acusan a la prensa de que "bajo la apariencia de mensajes fiables, hay información socialmente significativa que no corresponde con la realidad", y señala como ejemplo que la "operación especial" rusa se está tratando en esos medios como una "invasión o una declaración de guerra.
Este viernes, la Duma aprobó por unanimidad enmiendas al código penal que sancionan con fuertes multas y penas de cárcel la difusión de información considerada "falsa sobre las Fuerzas Armadas y los llamamientos a adoptar sanciones contra el país".
El proyecto de ley fue apoyado por los 401 diputados presentes en la sala y, según el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, será enviado de inmediato al Consejo de la Federación o Senado para su tramitación. "Existe la posibilidad de que las nuevas normas entren en vigor mañana mismo", dijo Volodin.
El proyecto incluye un nuevo artículo que castiga con entre 10 y 15 años de prisión la difusión de "información falsa" sobre las Fuerzas Armadas que acarree "graves consecuencias" y con hasta 3 años de prisión los llamamientos a otros países a establecer sanciones contra Rusia.
Además, prevé penas de prisión de hasta 5 años para "acciones públicas" que busquen desprestigiar el empleo de la Fuerzas Armadas rusa en "la defensa de los intereses de Rusia y sus ciudadanos, en la preservación de la seguridad y paz internacional".
La represión en el territorio ruso es constante desde que se inició la agresión a Ucrania. Más de 7.000 personas ya han sido detenidas en protestas contra la invasión rusa.