El conflicto en Ucrania sigue sin dar tregua a los ciudadanos y periodistas que están cubriendo la escalada bélica iniciada hace diez días por el presidente ruso, Vladímir Putin.
Con muchas ciudades bajo mando del Kremlin, entre ellas el enclave portuario de Mariúpol, algunos profesionales desplazados a Ucrania pisan con pies de plomo a la hora de informar de la última hora de la guerra entre el país de Volodímir Zelenski y sus vecinos rusos.
Los peligros a los que se exponen los periodistas, cámaras y redactores son cada vez más evidentes. Prueba de ello es un vídeo que ha compartido la cadena de informativos británica, Sky News, en la que se ve a un convoy de periodistas siendo atacado por francotiradores rusos.
En la angustiosa escena se puede apreciar cómo el equipo de Sky News recibe numerosos tiroteros, pero pese al acecho por parte de francotiradores asociados a Moscú, los periodistas continúan grabando la escena.
El equipo conformado por Stuart Ramsey y Richie Mockler, que continuó grabando pese al pánico, ya se encuentra sano y salvo en el Reino Unido, no sin antes contar cómo vivieron la escena.
"El silencio era total, estábamos preocupados. Sin embargo, avanzamos lentamente hacia una intersección. Había escombros en la carretera, pero eso ya es algo normal. No había soldados, todo parecía desierto", relata Ramsey.
"De la nada oímos una pequeña explosión y vi que algo golpeaba el coche y un neumático reventaba. Nos detuvimos", añade el periodista británico en un artículo recopilado en la web del informativo.
A continuación, Ramsey comienza a enumerar las rondas de disparos que sufrieron desde el convoy. La primera, "rompió el parabrisas". "Las balas atravesaron todo el coche, los cristales del parabrisas, los asientos de plástico, el volante y el salpicadero se habían desintegrado", señala.
Para poner freno a los incesantes y constantes disparos, el equipo de Sky News comenzó a gritar que se trataba de un grupo de periodistas. Ramsey y los suyos pensaron que estaban siendo atacados por ucranianos, y que al dejar claro que no llevaban ningún peligro los ataques cesarían.
"Pensamos que era un puesto de control del ejército ucraniano el que nos disparaba y que era un error, así que empezamos a gritar que éramos periodistas, pero las balas seguían llegando", relatan.
"Estábamos en shock, sin duda. Pero eufóricos por estar vivos. Es un milagro que cualquiera de nosotros haya salido vivo", concluía. Los cinco periodistas que conformaban el equipo consiguieron sobrevivir a las balas del Kremlin.