Relatar una guerra es complicado. Vivirla, devastador; pero en TikTok, la plataforma por antonomasia de la 'generación Z', el conflicto en Ucrania se vive con altas dosis de ironía, de humor y de vídeos que muestran el lado más humano de la guerra.
Cualquier usuario asiduo de la app se habrá percatado estos días de que su algortimo comienza a introducir contenidos relacionados con la escalada bélica -que ya atesora once días de negociaciones, bombardeos y destrucción-. "La guerra de Putin", como la denomina el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha inundado la red social de memes y bromas -algunas de ellas sobre la carta astral del presidente ruso-.
Si la globalización era esto, se exhibe ahora en su forma más exarcebada. Resulta complicado observar, de mano de estos jóvenes, cómo es su día a día en un búnker mientras Vladímir Putin decide bombardear la ciudad en la que habitan. Desde el refugio comparten con el mundo, en tiempo real, cómo lidiar con una guerra cuando hace dos semanas hacían vida normal.
@Valerisssh, una joven fotógrafa ucraniana, está nutriendo su perfil de clips que muestran cómo lidia con el conflicto: qué hace cada día, qué productos quedan en el supermercado y cómo es pasar más de una semana bajo tierra para refugiarse de los disparos y ataques. Su vídeo, Mi día a día en un búnker ha rulado por la redes sociales y atesora más de 14 millones de visualizaciones.
Las duras imágenes se suavizan, no sólo por la aplicación en la que se publican, también porque la autora emplea canciones tendencia para restarle hierro a un asunto que no pide ser suavizado. En un vídeo más reciente, esta misma tiktoker muestra el antes y el después de un antiguo cine al que acudía de pequeña, y del que ahora sólo quedan escombros a causa de los bombardeos del Kremlin.
Sin dejar de lado el mismo tono irónico, la joven sube vídeos que enseñan su rutina en una Ucrania sumergida en un conflicto bélico. Entre ruidos de sirenas que avecinan la peor de las noticias, su contenido entra en la categoría de la absurda fascinación mientras camina tranquila por calles completamente destrozadas.
Más allá del humor, existen vídeos con una misión más lúdica y humanitaria. Por ejemplo, cómo usar un tanque de guerra, si es que llegas a dar con uno. En otro, se muestra a un grupo de veterinarios rescatando a todos los animales que han sido abandonados a causa de la guerra.
Entre lo absurdo y lo real, TikTok encuentra su razón de ser. Quien no conozca el sentido de la plataforma considerará que dichos contenidos son banales, pero ilustran -siguiendo la estela humorística de la app- cómo lidiar con una guerra cuando eres un joven que tiene acceso a las redes sociales, y que hace dos semanas salía a cenar y a pasear por restaurantes y calles que ahora son cenizas.