Ucrania ha elegido una nueva ilustración muy simbólica para su sello de correos. Se titula "Russian warship, go fuck yourself", lo que viene a ser en castellano algo así como "buque de guerra ruso, vete a la mierda". Hace referencia al acto de resistencia de 13 guardias de frontera que defendían la Isla de las Serpientes el pasado 24 de febrero, cuando varios buques de guerra rusos se aproximaban.
En un audio divulgado por el medio ucraniano Ukrayinska Pravda (La Verdad de Ucrania), se escucha cómo el Ejécito ruso se acerca al islote diciendo: "Este es un buque de guerra militar ruso. Sugerimos que depongan sus armas y se rindan para evitar derramamiento de sangre y bajas innecesarias. De lo contrario, será bombardeado".
Tras la advertencia de los soldados de Vladimir Putin, uno de los guardias fronterizos de la isla respondió: "Buque de guerra ruso, vete a la mierda". El audio se corta tras estas palabras. Comenzó el fuego de artillería ruso y los 13 murieron tras el bombardeo de los buques, pero sus palabras quedaron para la historia.
La primera viceministra de Asuntos Exteriores del país, Emine Dzheppar, anunció la decisión de utilizar esta ilustración del artista Boris Groh para los sellos del país. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, también anunció que otorgaría a estos guardias fronterizos la condecoración de Héroes del país a título póstumo.
Más de dos semanas después del inicio de la invasión, las tropas de Vladimir Putin aún no han conseguido adentrarse en Kiev, aunque los bombardeos se han intensificado en las afueras este sábado.
Donde sí han logrado más avances es en el sur del país. Mariúpol, a orillas del mar de Azov, lleva más de una semana bajo asedio, sufriendo bombardeos diarios mortales que han interrumpido la evacuación de miles de civiles. Jersón, ciudad portuaria del mar Negro, ya está en manos rusas.
Además, Rusia expandió este viernes los bombardeos al oeste del país, hasta ahora la zona que menos había sufrido. La ciudad de Lutsk, a unos 80 kilómetros de Polonia, y cercana a la central nuclear Rivne, recibió los primeros proyectiles del Ejército ruso.