Putin ante el dilema de arrasar Kiev y Odesa o buscar el alto el fuego que le piden Macron y Scholz
Zelenski cree que Rusia solo podrá conquistar la capital si "arrasa la ciudad" y los bombardeos se intensifican en toda Ucrania.
13 marzo, 2022 03:56Noticias relacionadas
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La lluvia de proyectiles rusos no da tregua a Ucrania y se extiende fundamentalmente a lo largo de tres direcciones: el norte, el sur y el este del país. El Kremlin ataca sin piedad sus objetivos por tierra, mar y aire.
Este sábado el Ejército de Vladimir Putin intensificó los bombardeos en las afueras de Kiev y en Mikolaiv, en el sur del país. La ofensiva aérea está siendo destructiva e imparable para los ucranianos, pero transcurridos 17 días del inicio de la invasión, las tropas rusas siguen sin poder adentrarse en la capital.
Pretenden rodear y aislar a Kiev, con su infantería avanzando hacia la capital ucraniana desde múltiples posiciones. Las imágenes por satélite más recientes muestran que después de varios días varadas en una de las arterias principales del norte de la ciudad, la gigantesca columna armada del Ejército ruso se desplaza ahora hacia el sur, dispersándose en los bosques situados a las afueras de Kiev y moviendo su artillería y sus lanza-misiles, pero manteniendo a la capital dentro de su radio de alcance.
Ya en el ecuador de la tercera semana de conflicto, a Putin se le ha presentado el dilema de bombardear Kiev, como ha hecho con otras ciudades, o iniciar un alto el fuego y reabrir la vía de la diplomacia, como le exigen el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz.
Ambos líderes europeos mantuvieron una conversación telefónica de 75 minutos con el presidente ruso, y le pidieron un alto el fuego inmediato. Además, le exigieron una "solución diplomática al conflicto", según el portavoz del Gobierno alemán.
Pero las conclusiones que sacaron Scholz y Macron tras la llamada no invitan al optimismo. El dirigente galo cree que Putin no tiene intención de "parar la guerra" y que sigue "determinado" a alcanzar sus objetivos. Aunque sí que ha percibido un cierto cambio de tono en sus palabras. Putin ya no habla de "desnazificación" ni de acabar con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
El órdago de Zelenski
Mientras tanto, Zelenski, que hasta ahora ha demostrado una férrea resistencia, asegura que si Putin quiere tomar el control de Kiev tendrá que "arrasar por completo la ciudad". Así de tajante se mostró en el discurso a la nación que ofreció este sábado.
El gigantesco convoy ruso de 60 kilómetros que se dirigía a Kiev no ha funcionado como Putin deseaba, tras sufrir ataques y problemas logísticos que lo han frenado. No obstante, el Ministerio de Defensa del Reino Unido comunicó este viernes que su inteligencia cree que las tropas de Putin "probablemente estén reagrupándose para reanudar su ofensiva en los próximos días, lo cual incluiría operaciones contra Kiev".
Pero la capital ucraniana se está reforzando y cada día que pasa parece más preparada para hacer frente al asalto de las tropas rusas. Las fuerzas armadas ucranianas y sus voluntarios están construyendo nuevas defensas y levantando barricadas en las principales rutas de acceso. El objetivo no es otro que detener el avance de Rusia.
Si Putin fracasa en la conquista de Kiev eso significará el fracaso de toda su campaña bélica, y habrá peligrosas consecuencias políticas para el presidente ruso si acaba retirando sus tropas y volviendo a casa, según Frank Gardner, corresponsal de seguridad de la BBC.
Aunque hay que reconocer que el Ejército ruso también ha hecho importantes avances desde la ciudad de Sumy, en el este, avanzando en los últimos días hacia la capital.
Según el doctor Jack Watling, del think tank de Defensa Royal United Services Institute, los movimientos en torno a Kiev sugieren que el Kremlin puede estar planeando sitiar la capital ucraniana, más que el hecho de lanzarse a un asalto completo o a combates cuerpo a cuerpo.
Pese al aumento de bombardeos rusos, Zelenski se mostró optimista este sábado durante su discurso a la nación. "31 grupos tácticos de batallones rusos han sido incapaces de combatir", señaló el presidente ucraniano, que además aseguró que el Ejército de Putin ha sufrido "sus mayores bajas en décadas". Los soldados ucranianos han resistido al asedio con mayor entereza de lo esperado en un principio.
Desde que el Kremlin desató la guerra el pasado 24 de febrero, Ucrania todavía no había dado ningún número de bajas entres sus filas. Hasta este sábado. Zelenski ha reconocido que unos 1.300 soldados ucranianos han muerto durante los primeros 17 días de conflicto.
La importancia de Mikolaiv
La otra gran ciudad estratégica que puede determinar el futuro de la invasión es Odesa. Para conquistarla, el Ejército ruso está preparando el terreno bombardeando Mikolaiv, una ciudad de en torno medio millón de habitantes que está a tan solo 130 kilómetros y a unas dos horas por carretera. Si los rusos logran controlarla, Odesa quedaría totalmente rodeada sin conexión alguna con el resto de Ucrania, que también vería cómo pierde el acceso al mar Negro por completo.
Sin Mikolaiv Putin no puede lanzarse sobre Odesa. Por eso ha puesto el punto de mira sobre la primera mientras en la segunda se vive una tensa calma. El alcalde de Odesa, Gennadiy Trukhanov, ya ha advertido de que los soldados de Putin podrían atacar a su ciudad en tres frentes: a través del mar Negro, con buques de guerra, desde la región moldava de Transnistria, donde Rusia tiene preparados a 2.000 soldados, y por tierra desde Mikolaiv.
El sur de Ucrania es donde las tropas rusas han conseguido más avances. Con Jersón, a orillas del mar Negro, Berdiansk y Meritopol, en la costa del mar de Azov, en manos del Kremlin, junto a Mariúpol, completamente cercada e inundada de bombas, Putin necesita Mikolaiv y Odesa para completar la conquista del sur.
Si lo consigue, obtendrá una victoria importante. Pero ahora mismo la partida se está jugando en dos polos opuestos. Por un lado, Kiev. Por el otro, Odesa. Hacerse con el control de ambas ciudades requiere de una habilidad táctica sobre el terreno que las tropas rusas todavía no han demostrado.
Y es que, a pesar de ser el tercer mayor Ejército del mundo, las tropas rusas están formadas en su mayoría por jóvenes carentes de experiencia en el combate. Diecisiete días de guerra vienen a demostrar su ineficiencia. Para Putin, su 'operación especial' se está alargando más de lo que había pensado. Y ahora tiene que hacer frente además a las sanciones de Occidente, un bloqueo que muy probablemente levantará un nuevo telón de acero entre Rusia y el resto del mundo.