La salida de Rusia del Consejo de Europa -se fue antes de ser expulsada- ha acabado con Mijail Lobov fuera del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Lobov apenas había iniciado su mandato por 9 años el pasado 2 de enero, convirtiéndose en el juez del TEDH que menos tiempo ha ocupado el cargo. Todo por la guerra.
Lobov llegó en sustitución del también ruso Dmitry Dedov, cuyo mandato expiró en diciembre. Cuarto ruso en el tribunal en su historia, llevaba trabajando para el Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo, un cuarto de siglo, siendo ya una autoridad y un nombre que tarde o temprano acabaría en el TEDH.
En su trayectoria, Lovov ha sido profesor ayudante de Derecho Constitucional en la Universidad de Estrasburgo entre 1995 y 1997 y ya en 1997 ingresó en el departamento de ejecución de sentencias del TEDH, que acabaría dirigiendo entre 2004 y 2006.
Toda una vida preparándose
En años posteriores compaginaría sus responsabilidades con la abogacía hasta recalar durante siete años en el departamento de Política de Derechos Humanos y Cooperación del Consejo de Europa, antes ya de acceder al cargo para el que probablemente llevaba preparándose tantas décadas.
Y este perfil tan adecuado para el Consejo de Europa y para el TEDH en apenas dos meses y medio ejerciendo la máxima responsabilidad de su carrera ha visto volar todo por los aires. Es víctima colateral de la invasión de Ucrania, ordenada por Vladimir Putin y que desde el 24 de marzo destruye y mata en suelo ucraniano.
Es la Corte Penal Internacional la que por el momento investiga a Putin, por cuya acción muchos compatriotas están pagando el alto precio de la guerra. Le ocurre a deportistas, a empresarios y también a jueces, caso de Mijail Lobov, cuyo sueño se acaba de truncar.