A muchos llamó la atención comenzada la invasión de Ucrania una simbología común en los vehículos de guerra de Rusia, que más tarde se empezó a ver en los uniformes de sus tropas o sobre el suelo de territorios ya ocupados. Hoy, partidarios de este conflicto por todo el planeta los lucen en camisetas o lo exhiben en redes sociales. Kiev ha dicho 'basta' y ha llamado al resto de Estados a prohibir la 'Z', convertida en gran marca de la propaganda de Vladimir Putin.
Es lo que en estos momentos significa, más allá de las especulaciones sobre su origen. La tesis dominante es que la 'Z' proviene de una expresión rusa, 'za pobedy', que hace referencia a la victoria. Otras apuntan a que se debe a otra, 'zapad', que es 'oeste' y que se habría utilizado para designar al grupo de infantería designado en ese flanco. Rusia no ha despejado todavía la incógnita, pero sí está sacando partido a la sencillez y universalidad del símbolo a favor de su causa.
Dmytro Kuleba, ministro de Exteriores de Ucrania, ha hecho este martes un llamamiento "a todos los Estados": "Criminalicen el uso del símbolo 'Z'. (...) Significa crímenes de guerra, ciudades bombardeadas, miles de ucranianos asesinados". Países como Alemania han comenzado a moverse en esta dirección. Al menos dos estados federados como Baja Sajonia y Baviera han anunciado consecuencias penales contra su uso.
Hasta 3 años en Alemania
El Gobierno de Olaf Sholz ha puntualizado que obviamente no se puede prohibir ni menos castigar cualquier empleo de la letra, de forma que corresponderá a la justicia determinar en qué casos se hace con un claro propósito de posicionarse a favor de la invasión o, más allá que eso, hacer apología. De confirmarse, la condena podría alcanzar hasta tres años de prisión.
Al otro lado, el medio Russia Today, censurado más allá de Rusia por ser considerado pieza de la maquinaria de propaganda del Kremlin, aprovecha para vender prendas y otros productos con la letra 'Z'. La mercadotecnia a pleno rendimiento dentro y fuera de Rusia en un intento también de tumbar el relato de Ucrania, cuyo máximo exponente es su presidente, Volodimir Zelenski, y tratar de blanquear una invasión incluso haciendo virales o sugerentes sus símbolos.
Si la bandera de Ucrania trasciende como solidaridad con su pueblo allí donde ondee o se manifieste, el respaldo a la guerra no se identifica con la enseña rusa, que representa a una ciudadanía seguramente más plural que su política, con oposición, pero también probablemente con muy escasas opciones de manifestarlo sin riesgo de arresto. Es la 'Z', como lo fue y lo es la esvástica, como lo son aquellos emblemas que hacen rememorar crímenes y dolor.