Ucrania ha recuperado la ciudad de Irpín, cerca de Kiev, pero la victoria es muy amarga. Lo que encuentra quien pasea por sus calles es destrucción, son cadáveres sobre el asfalto y en las aceras. Su alcalde, Oleksandr Markushin, ha concretado que las tropas rusas han matado a 300 civiles y a 50 militares.

    "Muchos están enterrados en patios y parques, otros todavía están bajo los escombros", ha afirmado Markushin en una rueda de prensa en la que ha alabado a "un pueblo heroico que ha impedido que los enemigos entren en la capital".

    Pese a que ya no queda un solo soldado ruso en Irpín, la calma no ha vuelto, tampoco la seguridad: Rusia sigue bombardeando desde las localidades vecinas de Bucha, Gostomel y Vorzel, aún ocupadas.

    Las imágenes desde Irpín corroboran el relato del alcalde: "Los tanques rusos aplastaron los cuerpos de los residentes muertos y se burlaron de las mujeres". Supervivientes atrapados cuentan que los invasores desvistieron a civiles y los mantuvieron en sótanos durante días, separaron familias y maltrataron a mujeres.

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    Sin salida

    Un puente destruido en Irpín. Las tropas rusas también atacaron las vías de salida de sus habitantes.

    Reuters
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    Barrios residenciales bombardeados

    Parque infantil en la devastada ciudad de Irpín.

    Serhii Mykhalchuk/Reuters
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    Supervivientes atrapados

    Habitantes de Irpín cargan alimentos encontrados en un supermercado.

    Serhii Mykhalchuk/Reuters
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    Edificios y vehículos destrozados

    Área residencial en Irpín dañada por fuertes bombardeos.

    Serhii Mykhalchuk/Reuters
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    Caminar entre la devastación

    Una mujer camina por una calle de Irpín devastada por fuertes bombardeos.

    Serhii Mykhalchuk/Reuters
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    Irpín, devastada por Rusia

    Un edificio arde en Irpín tras un bombardeo.

    Oleksandr Ratushniak/Reuters
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    Civiles muertos sobre el asfalto

    El cadáver de un civil sobre el asfalto en Irpín.

    Serhii Mykhalchuk/Reuters
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    Los refugiados

    Voluntarios ayudan a Larysa Kolesnyk, de 82 años, a salir de la furgoneta tras ser evacuada de Irpín.

    Zohra Bensemra/Reuters
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    El invasor, expulsado

    Un soldado ucraniano juega con un perro en Irpín.

    Reuters
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    El cadáver con su maleta

    Esta imagen corresponde a los primeros días de asedio sobre Irpín, una de las más poderosas y simbólicas del conflicto. Es el cuerpo de un civil que murió mientras intentaba huir de la ciudad.

    Oleksander Ratushniak/Efe