A medida que aumentan el número de días de guerra en Ucrania, crecen también sus atrocidades. Las autoridades ucranianas han denunciado ya innumerables crímenes de guerra contra los civiles, entre ellos violaciones de mujeres y niños, torturas y asesinatos indiscriminados de la población. Ahora, un medio del Donbás ha sacado a la luz unas fotos que reflejan de nuevo el horror de los actos de ejército ruso.
En ellas se ve un coche totalmente destrozado y varios cuerpos despedazados al lado. Las imágenes, de un contenido extremadamente violento, cuentan la historia de una familia que murió mientras intentaba escapar de Zdvizhivka, un pueblo en el Raión de Borodianka, cuando el ejército ruso disparó contra ellos.
Era el 12 de marzo. Quince coches con civiles y pintadas en los cristales con la palabra "niños", seguían la carretera que conducía hacia las afueras de Zdvizhivka, pero, al pasar por el pueblo de Gavronschina, los soldados rusos no les han dejado seguir su camino y se vieron obligados a pernoctar allí. El 13 de marzo, al intentar continuar con su huida, la columna de vehículos civiles fue atacada con una ametralladora pesada.
Según cuenta el medio, un residente local escondió a siete personas que sobrevivieron al ataque, entre ellas dos heridos, en su casa durante tres semanas, hasta que los rusos abandonaron el local. También enterró a la familia asesinada en su jardín, incluido un niño de dos años, hasta hoy, día en que la ha exhumado, para demostrar la atrocidad vivida por estos civiles.
Los niños fallecidos tras la invasión rusa a Ucrania ascienden ya a 183, mientras que los heridos alcanzan los 342, según los datos actualizados publicados este lunes por la Comisionada de Derechos Humanos del parlamento ucraniano, Liudmyla Denisova.
La situación de la infancia en Ucrania es cada vez más crítica. En sólo seis semanas, casi dos tercios de los niños ucranianos han resultado desplazados, dejando atrás sus hogares, escuelas y, a menudo, a sus propios familiares, recordó el director de Programas de Emergencia de Unicef, Manuel Fontaine.
De los alrededor de 3,2 millones de menores ucranianos que continúan en sus casas, se estima que casi la mitad pueden estar en riesgo de no tener comida suficiente y muchos de ellos no tienen ahora mismo acceso a agua potable o lo tienen de forma muy limitada, explicó.
Desde que se inició la invasión rusa de Ucrania, la ONU ha contabilizado la muerte de 1.842 civiles a lo largo del territorio ucraniano a consecuencia de ataques rusos, aunque se cree que las cifras reales son considerablemente más altas.