Rusia ha comenzado a desplegar en el este y sur de Ucrania algunas tropas que se retiraron del norte hace dos semanas para preparar su gran ofensiva en el Donbás, y ha lanzado una advertencia a Kiev con un bombardeo cerca de la capital horas después de perder su buque insignia en el mar Negro, el Moskva.
El Kremlin comenzó este viernes una serie de ataques contra la capital que se han prolongado durante la madrugada del sábado, en lo que parece una respuesta al hundimuento de su buque. También ha bombardeado la ciudad occidental de Leópolis, aunque por el momento se desconoce si se han producido muertes.
El Pentágono ha confirmado que el Moskva se hundió tras ser alcanzado por dos misiles Neptuno, dato que ya había confirmado el jueves el propio Ejército ucraniano. Dichos misiles, de fabricación ucraniana, han acabado con una de las joyas marítimas de los rusos, lo cual podría generar un nuevo guion en el desarrollo bélico del conflicto.
El capitán del barco, Anton Kuprin, de 44 años, falleció a causa de la explosión y el incendio, según confirmó el asesor del Ministerio del Interior de Kiev, Anton Gerashenko. "Nosotros no lloramos", añadió. Su muerte provoca dudas sobre la versión rusa del ataque, en la que aseguró que sus tropas habían sido evacuadas.
Las represalias de las tropas rusas no se han hecho esperar: además de bombardear Kiev, los soldados del Kremlin han atacado una fábrica de misiles repleta de los ya mencionados Neptuno y las cercanías de Leópolis. Tras el fiasco en el mar Negro, el Donbás y Kiev serán las principales dianas de los ataques del Kremlin.
De esta forma, Rusia "aumenta la agrupación aérea y está estableciendo sistemas de mando y control" en la zona operativa este, tal y como ha afirmado el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, las tropas de Ucrania ascienden a 44.000 en el Donbás, y el objetivo principal de Rusia es rodearlas. Estados Unidos ha observado un traslado de capacidades adicionales al Donbás, como algunas unidades de artillería, apoyo aéreo y sistemas de mando y control.
"Hay 65 grupos tácticos de batallones (BTG) rusos en Ucrania y todos se están centrando en el sur y el este". Los rusos "intentarán introducir más BTG en los próximos días", según dijo el jueves un alto cargo del Pentágono bajo condición de anonimato.
Zelenski también se ha referido a la "difícil" situación que se vive en el sur y el este, aunque ha destacado "significativos" éxitos contra el ejército ruso. En su último vídeo, difundido este viernes, explica: "Los éxitos de nuestras fuerzas armadas en el campo de batalla son realmente significativos. Históricamente significativos. Pero todavía no es suficiente para limpiar nuestra tierra de los ocupantes. Vamos a vencer", asegura.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), con sede en Estados Unidos, afirma a su vez que unidades del 2º Ejército de Armas Combinadas, que se habían retirado del eje de Chernígov, estarían desplegándose en torno a Severodonetsk, al norte de Lugansk. De confirmarse este movimiento, añade, se trataría del primer destacamento retirado del norte en ser reubicado en el este.
Además, este sábado se ha conocido que el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, y otros altos funcionarios del país visitarán Washington la próxima semana. La delegación, que incluirá al ministro de finanzas, Serhiy Marchenko, y al gobernador del banco central, Kyrylo Shevchenko, estará allí mientras tienen lugar las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Donetsk sufre fuertes bombardeos
Directamente en el campo de batalla, la región de Donetsk sufre fuertes bombardeos. El gobernador, Pavlo Kyrylenko, afirmó hoy en su cuenta de Telegram que "casi todas las localidades a lo largo de la línea del frente están siendo atacadas por la horda armada rusa".
"Los rusos están destruyendo Donetsk", advirtió, y puso de ejemplo Márinka, que, dijo," desde el comienzo de la invasión rusa a gran escala ha estado prácticamente bajo fuego constante".
Desde el 24 de febrero, añadió, han fallecido 11 civiles y resultado heridos 48 en esta ciudad, tres escuelas resultaron dañadas, una guardería, tres edificios administrativos, 13 edificios de gran altura, 322 casas particulares y 26 empresas.
En el sureste, en Mariúpol las fuerzas rusas atacaron la ciudad con misiles de largo alcance, utilizando este recurso por primera vez desde que comenzó la guerra, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Oleksandr Motuzyanyk.
La Alcaldía denunció además "un nuevo nivel de 'limpieza' de los ocupantes", tras acusar esta semana a Rusia de haber desplegado 13 crematorios móviles en la ciudad.
Residentes que aún se encuentran en la asediada ciudad a orillas del mar de Azov relataron cómo "las tropas rusas han comenzado el proceso de exhumación de los cuerpos que estaban enterrados en los patios de edificios residenciales".
Rusia a su vez ha anunciado la liberación completa de la planta metalúrgica Ilich, donde algunos de los soldados de la 36ª Brigada de Infantería de Marina de Ucrania se rindieron el miércoles.
Sin embargo, Motuzyanyk aseguró que "continúan combates activos cerca de la planta y en la zona del puerto", el cual Rusia aseguró esta semana igualmente haber tomado.
En el frente sur, en Jersón, donde Rusia ocupa buena parte de la región, y en Mykolaiv, las tropas rusas continuaron lanzando misiles y artillería en diferentes puntos de la zona. En general, "la zona operativa del mar Negro sigue siendo tensa", según el Mando Operativo Sur de Ucrania.
"Habiendo recibido una aplastante derrota tanto en el personal naval como en las ambiciones imperiales, las fuerzas enemigas buscaron frenéticamente venganza, fortaleciendo el reconocimiento aéreo, intensificando los ataques con misiles, el sabotaje y las actividades de propaganda", indicó.
Golpe a Rusia y victoria moral de Ucrania
Se trata de una referencia al golpe sufrido por Rusia con el hundimiento del crucero portamisiles Moskva (Moscú), el buque insignia de la Flota del mar Negro de Rusia.
El Ministerio de Defensa de Rusia admitió anoche que el crucero se había hundido, aunque aseguró que perdió el buque debido a un incendio accidental que provocó la detonación de sus municiones y no por misiles Neptun ucranianos.
Previamente, el 24 de marzo, también resultó dañado el barco de desembarco ruso de clase Alligator Sarátov, según Londres.
"Es probable que ambos eventos lleven a Rusia a revisar su postura marítima en el mar Negro", indicó hoy la inteligencia británica.
Para el ISW, el hundimiento del barco ruso es una "bendición para la moral ucraniana, como símbolo de las capacidades de Ucrania de contraatacar a la Armada rusa". Pero, añade, "es poco probable que suponga un golpe decisivo para las operaciones rusas en general".
Doble mensaje de Rusia
Horas después de perder el Moskva, Rusia lanzó dos mensajes de advertencia a Ucrania: que no ha perdido la capacidad de lanzar misiles desde el mar y que puede alcanzar fácilmente Kiev.
De madrugada lanzó misiles Kalibr desde el mar contra una planta industrial a 16 kilómetros de la capital y destruyó los talleres que "producían y reparaban sistemas de misiles antiaéreos de largo y mediano alcance, así como misiles antibuque", como los Neptun.
El portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashénkov, explicó el bombardeo como una respuesta a supuestos ataques ucranianos en territorio ruso, como los de ayer en las regiones fronterizas de Bélgorod y Kursk.
"El número y la escala de los ataques con misiles contra objetivos en Kiev aumentarán en respuesta a cualquier ataque de naturaleza terrorista o sabotaje en territorio ruso por parte del régimen nacionalista de Kiev", señaló.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) señaló hoy que interceptaciones de conversaciones telefónicas de los rusos confirmarían que "la propia Rusia disparó contra el pueblo de Klímovo" (en Bélgorod), presuntamente para "provocar" a Ucrania.