El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó hoy que la "guerra relámpago" de Occidente con su política de sanciones contra el país por la campaña militar rusa en Ucrania ha fracasado, dado que, aseguró, la economía rusa está estabilizándose mientras que los estándares de vida de los europeos están bajando.
El cálculo de Occidente fue "socavar rápidamente la situación financiera y económica de nuestro país, provocar el pánico en los mercados, el colapso del sistema bancario, un desabastecimiento masivo de productos en las tiendas", dijo en una reunión con miembros del Gobierno sobre la situación económica del país.
Putin aseguró, sin embargo, que "ya podemos decir con confianza que tal política hacia Rusia fracasó, la estrategia de guerra relámpago económica fracasó".
Sostuvo que las sanciones tuvieron un impacto en los propios países que las impulsaron, en cuanto a la "subida de la inflación y el desempleo, el deterioro de la dinámica económica en EEUU y los países europeos, la caída del nivel de vida de los europeos, la devaluación de sus ahorros".
"Rusia ha resistido esta presión sin precedentes. La situación se está estabilizando, el tipo de cambio del rublo ha vuelto a los niveles de la primera quincena de febrero y está determinado por una balanza de pagos objetivamente fuerte", afirmó Putin.
En el primer trimestre, dijo, el superávit por cuenta corriente en la balanza de pagos superó los 58.000 millones de dólares, "y este es un máximo histórico", dijo Putin.
Cuando Rusia inició su campaña militar en Rusia el rublo se desplomó casi un 30% frente al dólar y el euro, una caída no vista desde al menos 1993 y 1994.
En opinión de Putin, también la inflación "se está estabilizando ahora", a pesar de haber aumentado los precios al consumo solo en un mes y medio un 9,4%, para situarse a fecha de 8 de abril en el 17,5% en términos interanuales.
Asimismo, señaló Putin, "las divisas están regresando al sistema bancario del país y el volumen de los depósitos de los ciudadanos está creciendo", un 1,6 % en los diez primeros días de abril, según dijo hoy la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiúllina.
El presidente ruso afirmó además que el número de desempleados sigue siendo relativamente bajo, una aseveración que argumentó con el hecho de buenos indicadores sobre el uso de generación de electricidad.
Según los datos del pasado 30 de marzo publicados por la agencia federal de estadísticas, Rosstat, el paro en Rusia cayó del 4,4% en enero al 4,1% interanual en febrero, el más bajo desde 1991, si bien no hay aún datos del mes pasado, que es cuando muchas empresas internacionales suspendieron su actividad en el país o abandonaron el mercado ruso debido a las sanciones occidentales.
Según dijo hoy el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, solo en la capital unas 200.000 personas pueden perder su trabajo debido al cierre de empresas extranjeras.
A finales de marzo Sobianin dijo que alrededor de 300 compañías internacionales cesaron su actividad en la capital rusa.
En cuanto al consumo, el jefe del Kremlin afirmó que, "después de un breve auge en una serie de productos, y esto sucede en tales situaciones siempre, la demanda minorista ha vuelto a la normalidad".
También instó al Gobierno a acelerar la transición a contratos de comercio internacional en rublos y las divisas de aquellos países que son considerados "socios fiables".