Sobrevivir al asedio de Azovstal entre bombas de fósforo y derrumbes: 'Cada día dura como un año'
Rusia volvió a bombardear la fábrica de acero de Mariúpol este jueves, donde permanecen atrapados miles de civiles y soldados ucranianos.
29 abril, 2022 03:10Noticias relacionadas
A pesar de que las tropas del Kremlin cancelaron su asalto terrestre a la fábrica de acero de Azovstal, el único área de Mariúpol que aún no controla Rusia, la vida bajo los cimientos de la metalúrgica es un infierno para los pocos ucranianos que permanecen allí. El Ejército ruso volvió a bombardear este jueves durante toda la noche la fábrica con hasta medio centenar de ataques, denunció el Ayuntamiento de la localidad.
Los misiles rusos también impactaron contra otras zonas de la ciudad, pese a estar controlada por los soldados rusos. Entre los explosivos utilizados por los hombres del Kremlin había bombas de fósforo, aseguró el regimiento de Azov, un grupo militar del ejército ucraniano que permanece en la planta de Azovstal junto a civiles.
"Anoche hubo una enorme cantidad de bombas de fósforo: 50 ataques aéreos, misiles, artillería y todo lo que un bárbaro puede usar contra la humanidad", lamentó el comandante ucraniano Sviatoslav Palamar en declaraciones recogidas por el diario Pravda.
En un vídeo grabado desde la fábrica difundido en Telegram, el comandante Palamar pidió a las autoridades medidas decisivas para levantar el bloqueo de la ciudad o, al menos, evacuar a los residentes y últimos defensores. "Hemos demostrado que somos capaces de ganar", aseguró el comandante, aunque puso en duda cuánto tiempo puede durar la resistencia bajo ataques constantes.
Otro militar calificó este miércoles como "muy difícil" la situación en Azovstal y dijo que había "cientos" de civiles, entre ellos niños y ancianos, refugiados en la planta junto a otros 60 soldados heridos que necesitan atención médica inmediata.
Entre los derrumbes provocados por los bombardeos y la oscuridad de los túneles de la fábrica, los últimos resistentes de Mariúpol intentan sobrevivir, aunque cada día que pasa puede ser letal. Llevan así más de una semana y, como indica un militar en un vídeo enviado por Telegram, en la fábrica "los días pasan como años".
Los soldados y civiles no tienen acceso a comida, agua o electricidad, y las reservas que tienen se van agotando con el paso del tiempo. Los militares en la planta piden un plan de evacuación especial ya que una salida normal no es posible.
El comandante ucraniano Serhiy Volynsky, que está defendiendo la fábrica de Azovstal, pidió este jueves que se les evacúe siguiendo el proceso de extracción que se siguió en Dunquerke, Francia, en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial. La evacuación de Dunquerke, también conocida como 'Operación Dinamo' o 'milagro de Dunquerke', fue una misión de evacuación de las tropas aliadas en territorio francés que salvó a miles de soldados.
"Hoy mi mensaje principal es salvar la guarnición de Mariúpol, llevar a cabo el procedimiento de extracción para nosotros. Hoy no es 1940, es 2022", enfatizó el comandante Volynski haciendo referencia al año de la evacuación de Dunquerke.
"Catástrofe humanitaria"
Están rodeados por las tropas rusas desde hace más de una semana y no tienen escapatoria. En una entrevista con Sky News, el director de la empresa propietaria de la fábrica de Azovstal, Yuriy Ryzhenkov, afirmó que las ofertas de Rusia a abrir "corredores verdes" para que los civiles salgan de la planta "nunca han funcionado" y que cuando hay personas que han intentado huir "se les ha disparado".
Ryzhenkov afirmó a la cadena británica que hay gente que ha conseguido marcharse de Azovstal "bajo su propio riesgo". "La situación en la fábrica es una catástrofe humanitaria", lamentó en la entrevista el directivo de la empresa que dirige la fábrica.
El panorama en Azovstal es demoledor y no hay ninguna señal que invite al optimismo. Los rusos han bloqueado el acceso a la planta rodeándola para que no pase "ni una mosca", como les pidió Putin. Pero además, según el gobernador regional de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, el Ejército ruso no deja salir de la planta a los soldados heridos que necesitan atención médica, informó Reuters.
El regimiento de Azov, uno de los grupos militares ucranianos más letales, también denunció este jueves que las tropas rusas bombardearon uno de los hospitales montados bajo la fábrica. El ejército ucraniano publicó un vídeo en el que se puede ver a decenas de personas cuidando de otros y quitando escombros.
La ONU hace "lo posible"
Durante su visita a Kiev, el secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró este jueves que la Organización está haciendo "todo lo posible" para evacuar a los civiles atrapados en la fábrica de Azovstal. En total, se estima que hay unos 1.000 refugiados en la acería.
"Hacemos todo lo posible para que se haga una realidad. Mi primera y única prioridad son las personas que sufren y que tienen que ser rescatadas", dijo en una rueda de prensa tras reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Por su parte, Zelenski dijo que cree que es "posible un resultado exitoso en el desbloqueo de Azovstal". "Ucrania está abierta a mantener negociaciones para evacuar a la gente de Azovstal. También esperamos un trato humano a esas personas por parte de Rusia", añadió el presidente ucraniano, que también subrayó la gravedad de los bombardeos sobre la acería.
Dos proyectiles impactaron este jueves en Kiev durante la visita de Guterres, según informó el alcalde, Vitali Klitschko, que acusó a Rusia de estar detrás del ataque.