El escándalo no tiene precedentes en EEUU. La primera filtración de un documento del Tribunal Supremo en sus 233 años de historia ya era un hecho que podía generar polvareda en Washington. Pero que además ocurra con un tema como el aborto ha provocado una alteración en todo el país. Sobre todo, por lo que dice ese borrador, que apunta a que el alto tribunal estadounidense podría derogar ese derecho de las mujeres. Lo que ha abierto una oleada de presión sobre los jueces. Joe Biden ha sido el primero en avisarles. También lo han hecho los ciudadanos, con manifestaciones ante la sede del tribunal. Un clamor que está avalado por las encuestas publicadas de urgencia este martes.
Este posible final del derecho adquirido en la sentencia conocida como 'Roe contra Wade', de 1973, ha llegado después de que el medio Politico lanzara en exclusiva el contenido del borrador. En el mismo, los jueces conservadores señalan que "la Constitución no hace ninguna referencia al aborto, y ningún derecho de este tipo está protegido implícitamente por ninguna disposición constitucional". La autenticidad del texto ha sido confirmada por el propio Tribunal Supremo, que ha anunciado que ha abierto una investigación ante lo que ha calificado de "violación flagrante" de la confianza en los trabajadores de la sede judicial.
Joe Biden ha tardado pocas horas en reaccionar ante una revelación que puede tambalear su administración. El presidente de EEUU ha defendido que se mantenga el derecho tal y como está, al asegurar que "el derecho a elegir de la mujer es fundamental". Una valoración que ha acompañado de una advertencia sobre lo que puede suponer para la paz social de EEUU. "Roe ha tenido el peso de la ley durante casi cincuenta años. La estabilidad de nuestro ordenamiento exige que no sea anulada", ha añadido en un comunicado hecho público por la Casa Blanca.
Una voz crítica a la que se ha sumado la vicepresidenta, Kamala Harris: "Algunos líderes republicanos están tratando de convertir en arma el uso de la ley contra las mujeres. ¿Cómo se atreven? ¿Cómo se atreven a decirle a una mujer lo que puede y no puede hacer con su propio cuerpo? ¿Cómo se atreven a tratar de evitar que una mujer determine su propio futuro? ¿Cómo se atreven a negar a las mujeres sus derechos y libertades?", ha dicho la vicepresidenta.
Joe Biden ha querido incidir también en la respuesta que pueden dar los ciudadanos en las urnas. Una recomendación que se explica con las elecciones legislativas, que se celebrarán el próximo noviembre. Y para las que ha recomendado votar a candidatos favorables a ese derecho. La inmensa mayoría de ellos forman parte del Partido Demócrata, al que pertenece el presidente estadounidense. Por lo que la filtración puede acabar siendo una buena noticia para los intereses de Biden.
Dos sondeos, contra la derogación
El otro foco principal del rechazo a los planes del Tribunal Supremo lo han recogido varios sondeos. En ellos, la opinión mayoritaria es la de mantener el derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo. Algo que añade más presión a la labor que debe desarrollar el tribunal. De seguir adelante con lo marcado en el borrador, la consecuencia inmediata es que los estados tendrían libertad para legislar al respecto. Y los estadounidenses, entre los que hay 166 millones de mujeres, no lo ven claro.
En una de estas encuestas, la realizada por el Washington Post y ABC News, un 54% de los estadounidenses consideran que el Supremo debería respaldar el derecho al aborto. Los partidarios de derogarlo son el 28%, y los que no tienen una opinión al respecto representan el 15%. En otro sondeo, elaborado por el Pew Research Center Survey, un 59% de los encuestados defienden que el derecho se mantenga tal y como está.
En el polémico borrador publicado por Politico, el juez Samuel Alito escribe la posición mayoritaria de los cinco miembros conservadores del tribunal sobre esta cuestión. Esta revisión del aborto surge por la intención del estado de Mississippi de prohibir la interrupción del embarazo a partir de la semana 15. Algo que no permite ese fallo de hace casi 50 años, que establece el plazo entre las 22 y las 24 semanas. Dicho precedente fue confirmado en el caso llamado Planned Parenthood contra Casey, de 1992.
El borrador fue redactado en febrero por Alito, que es un juez designado por George W. Bush. En el mismo, los cinco jueces conservadores consideran "endeble" la motivación del fallo que dio lugar al derecho como está actualmente. A estos se podría sumar al presidente del mismo, John Roberts, que también es de tendencia conservadora. Lo que deja poco margen de maniobra a los tres magistrados nombrados por los demócratas.
Protestas
A lo largo del día, la rabia de cientos de jóvenes estadounidenses por la posible revocación de la protección legal al aborto estalló frente al Tribunal Supremo del país, donde un creciente grupo de manifestantes se ha ido congregando para exigir que no se permita un retroceso en derechos.
"Si quisiera al Gobierno en mi vagina me acostaría con un senador", "Mi cuerpo mi decisión" o "el aborto es Sanidad" eran algunos de los mensajes que se podían leer en las decenas de pancartas que ondeaban frente a los escalones del tribunal.
Aunque al comienzo del día la manifestación estaba claramente dividida entre los partidarios del aborto y los que se oponen a él, cada grupo situado a uno de los dos lados de la gran escalinata, el número de manifestantes a favor del derecho a interrumpir el embarazo acabó por superar ampliamente a los que buscan revocarlo y llegó a dominar también su lado de la escalera.
Una de las ideas más repetidas a lo largo de la tarde es la de que en la base de este borrador está el hecho de que en Estados Unidos no existe separación entre la Iglesia y el Estado, ya que las creencias religiosas tienen una enorme influencia en las decisiones de la Justicia.
La idea fue lanzada también por la senadora Elizabeth Warren, quien fuera candidata a las primarias demócratas en 2020, en un apasionado discurso sorpresa por la mañana frente a los manifestantes. Visiblemente emocionada, Warren lamentó que quienes más sufrirán las consecuencias de la decisión del tribunal, si finalmente llega a producirse, serán las mujeres pobres que no podrán "pagar un billete de avión a los estados donde sí se permitirá el aborto".
También en Nueva York más de un millar de personas salieron a la calle en protesta. La manifestación, encabezada por la fiscal estatal, Letitia James, fue convocada en la céntrica plaza de Foley Square por varias organizaciones pro aborto y promocionada en las redes sociales por la ex secretaria de Estado demócrata Hilary Clinton, quien llamó a “canalizar la rabia hacia la acción”.
La multitud, con mayoría de mujeres pero muy diversa y de todas las edades, llevaba pancartas verdes que reivindicaban "aborto bajo demanda y sin una disculpa" y letreros caseros, entre los que se leía "Nunca más", "El aborto es sanidad" o "Alejen sus vetos de nuestros cuerpos".
En esos términos se pronunció James, que reveló haberse sometido a un aborto en una clínica de Planned Parenthood cuando trabajaba en la Alcaldía y clamó contra el juez Samuel Alito, autor del borrador filtrado: "No voy a permitir que me dicte a mí ni a nadie cómo usar mi cuerpo".
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