Los 264 soldados ucranianos evacuados de la acería de Azovstal en Mariúpol están en una zona controlada por los rusos y esperan a un intercambio de prisioneros para regresar a territorio controlado por Ucrania. Pese a que Ucrania habla de un acuerdo de evacuación con Rusia en el que el canje de prisioneros ya estaba acordado, Rusia dice que los soldados de la acería "se han rendido" y que son ahora "prisioneros de guerra".
Los 53 militares gravemente heridos de la acería fueron trasladados a un centro médico en Novoazovsk, en la zona ocupada por las fuerzas rusas y otros 211 defensores fueron evacuados a través del corredor humanitario a Olenivka, también en territorio controlado por Moscú. Todos ellos, según el Gobierno de Kiev, regresarán al territorio bajo control de Ucrania a través de un procedimiento de intercambio.
El comunicado no aclara, por otro lado, si en las instalaciones siderúrgicas que han sido bombardeadas por los rusos durante semanas aún permanecen soldados, ni tampoco concretan quiénes fueron los responsables del traslado de los soldados ucranianos, la mayoría de ellos vinculados al ultranacionalista regimiento Azov.
Se ignora igualmente cómo se producirá el hipotético canje de estos soldados por prisioneros de guerra rusos capturados en Ucrania, según el acuerdo alcanzado entre ambos países, del que no se han ofrecido muchos detalles.
El Ministerio de Defensa ruso señala que los soldados han sido retirados de la acería tras "deponer las armas y rendirse" y que ahora son "prisioneros" de guerra. "Ayer se entregaron los militantes de la unidad nacionalista de Azov y los militares ucranianos bloqueados en la planta de Azovstal en Mariúpol", señaló el general mayor Ígor Konashénkov, en su parte bélico matutino.
Salvar vidas
El Estado Mayor del Ejército de Ucrania destaca que los soldados han cumplido su misión. "La guarnición de Mariupol cumplió su misión de combate. El Comando Militar Supremo ordenó a los comandantes de las unidades estacionadas en Azovstal que salvaran la vida del personal" que permanece allí, aseguró el alto mando militar en un comunicado publicado en Facebook y que reproducen las agencias locales.
"Los defensores de Mariúpol son los héroes de nuestro tiempo. Estarán para siempre en la historia", señaló la nota que habla de los componentes de este destacamento, que incluyen elementos de las "fuerzas especiales del regimiento 'Azov', la brigada 12 de la Guardia Nacional de Ucrania, la brigada 36 de la infantería de Marina, guardias fronterizos, policías, voluntarios y la defensa territorial de Mariúpol", entre otros.
Según el mando militar, "gracias a mantener posiciones en Azovstal no permitimos que el enemigo transfiriera un destacamento de 17 grupos de batallones tácticos (alrededor de 20.000 efectivos) a otras partes" de Ucrania. "Por lo tanto, impidieron la implementación del plan (ruso) para la captura rápida de la ciudad de Zaporiyia (sur) y para llegar a la frontera administrativa de regiones" como la prorrusa del Donetsk, en el este.
"Mantener a las principales fuerzas enemigas alrededor de Mariúpol nos permitió preparar y crear líneas defensivas donde están nuestras tropas hoy y rechazar de forma digna al agresor. Tuvimos el tiempo críticamente necesario para formar nuestras reservas, reagrupar fuerzas, recibir asistencia de nuestros socios", indicó el comunicado. Por ello, "la tarea común más importante para toda Ucrania y el mundo entero es salvar las vidas de los defensores de Mariúpol", reiteró el Estado Mayor.
Asedio constante
La costera ciudad de Mariúpol ha padecido el asedio de las tropas rusas prácticamente desde que comenzaron la invasión del país, el pasado 24 de febrero. La ciudad, a orillas del mar de Azov, fue fuertemente bombardeada y quedó prácticamente destruida con la población que no pudo huir de la zona viviendo en condiciones infrahumanas.
Desde hace semanas, solo varios centenares de soldados ofrecían resistencia a las tropas rusas atrincheradas en las instalaciones del complejo siderúrgico de Azovstal, donde también se refugiaron civiles que fueron evacuados el pasado 7 de mayo. La caída a manos rusas de este último reducto militar de Mariúpol proporcionaría a Moscú la posibilidad de establecer un corredor entre el este ucraniano (el Donbás) y la península de Crimea, que ya controla desde 2014.
Tras la visita del secretario general de la ONU, António Guterres, a Moscú y a Kiev, la organización logró empezar una operación de rescate de los civiles que se escondían en la planta siderúrgica de Azovstal. La semana pasada, los miembros del batallón Azov atrincherados en la acería publicaron varias fotos en las que se podía apreciar el estado de los soldados que permanecían allí. Publicadas en su perfil de Telegram, las fotos muestran a soldados amputados, con heridas graves, que reciben cuidados médicos de sus compañeros.
"Tienen heridas abiertas, están mutilados y sobreviven sin la medicación necesaria, en condiciones insalubres y en condiciones inhumanas se encuentran heridos y mutilados", explicó entonces la defensora del pueblo ucraniano, Liudmyla Denisova, que pidió a la ONU y a la Cruz Roja que intervinieran para facilitar la evacuación de los soldados heridos.
La situación era desesperada hace mucho. En una grabación de video, el subcomandante del Regimiento Azov, Sviatoslav Palamar, sostuvo que algunos soldados deberían poder salir, particularmente los heridos, y pidió ayuda directamente al presidente ucraniano Volodímir Zelenski. "Hago un llamado personal al comandante en jefe para que se ocupe de los soldados heridos que mueren en agonía por el tratamiento inadecuado", subrayó.
La evacuación se ha logrado por fin, pero el destino de los soldados evacuados a territorio controlado por Moscú, sigue siendo incierto.