El manual de guerra de Vladimir Putin no tiene muchos límites. Los bombardeos no han cesado, el envío de tropas ha sido masivo e incluso se teme que en algún momento pueda utilizar armas nucleares y químicas. Su único límite, por ahora. Sin embargo, Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció este viernes que Rusia utiliza sus "armas no nucleares más pesadas" contra Ucrania.
Estas armas "no nucleares" más fuertes que tiene Rusia son las llamadas bombas termobáricas o bombas de vacío. Es un armamento que acaba con todo lo que pasa por su radio de alcance. El viernes salieron a la luz imágenes de cómo actúan estas bombas.
Todo apunta a que Rusia, en realidad, lleva empleando este armamento letal desde poco después del inicio de su ofensiva. De hecho, el Ministerio de Defensa de Rusia reconoció el empleo de este tipo de bombas el pasado 9 de marzo, un tipo de armamento que está prohibido por la Convención de Ginebra.
Para lanzar estas bombas los rusos utilizan un lanzador, un carro de combate soviético T-72, un sistema que también es conocido como "lanzallamas", tal y como lo llama el asesor de Zelenski que denunció el uso de este armamento este viernes.
Las bombas termóbaricas liberan una gran cantidad de combustible combinado con cargas explosivas, una mezcla que produce enormes explosiones y grandes bolas de fuego letales.
Ucrania ha criticado a Occidente por no mandarle más armas debido al "miedo a una escalada" de la violencia, pero alega que "Rusia ya utiliza sus armas no nucleares más pesadas", por lo que la escalada ya se ha producido y pide de inmediato misiles de largo alcance.
EEUU se lo plantea
Ante las peticiones reiteradas de Ucrania de armamento más sofisticado y letal, Estados Unidos está estudiando el envío de armas más potentes. Una de las opciones es el envío de misiles de largo alcance que pidió este viernes el asesor de Zelenski.
La Administración de Biden incluiría este armamento dentro de un paquete de ayuda militar más amplío que podría ser anunciado la semana que viene, señala CNN.
Los lanzacohetes proporcionados hasta ahora a Ucrania cuentan con mucho menor radio de acción que los que piden ahora, MLRS y los HIMARS, que se disparan desde un vehículo y tienen un alcance máximo de 300 kilómetros, dependiendo del tipo de munición.
Ucrania argumenta que este tipo de armamento que Estados Unidos podría enviarle la semana que viene cambiaría el panorama de la guerra contra Rusia. La considera un arma diferencial.