Muere en la cárcel Cosimo Di Lauro, el capo de 'Gomorra', a los 49 años

El capo de la mafia napolitana Cosimo Di Lauro, protagonista de Gomorra de Roberto Saviano, ha aparecido muerto en la cárcel de Ópera de Milán, donde estaba preso desde enero de 2005 cumpliendo cadena perpetua tras ser condenado por varios asesinatos. 

Las causas de su muerte se desconocen y en las próximas horas se le practicará la autopsia. Su cuerpo fue encontrado en su celda. 

Di Lauro era uno de los jefes más despiados de la Camorra y el responsable directo de una cruenta guerra entre clanes que provocó la muerte de 150 personas en tan sólo ocho meses.

[Maradona, las drogas y la Camorra: su relación con los Giuliano y la traición de la mafia italiana]

Cosimo Di Lauro estaba recluido en régimen de máxima seguridad desde hace casi dos décadas. Sus abogados han confirmado que su cuerpo fue encontrado este lunes y que se les comunicó su fallecimiento a través de un fax con el asunto "muy urgente". 

"Recluso en 41 bis Cosimo Di Lauro, nacido en Nápoles el 8 de diciembre de 1973. Con referencia al interno indicado en el asunto, le informamos de que hoy a las 7.10 AM se constató su muerte. Saludos cordiales", es el mensaje que aparece en ese fax, publicado este martes por Corriere della Sera.

Trastornos mentales 

Según publica el diario italiano, los abogados de Cosimo Di Lauro habían pedido en varias ocasiones que fuera sometido a un examen psiquiátrico, con la sospecha de que padecía trastornos mentales y alucinaciones, pero nunca lo visitó ningún médico.

En 2018, los abogados de Cosimo Di Lauro presentaron un informe médico en el que detallaban que el capo de la mafia napolitana sufría de episodios de ansiedad, trastornos mentales y comportamientos extraños "como reírse a carcajadas en mitad de la noche". 

Dos cadenas perpetuas

La familia Di Lauro, de la que toma el nombre el clan homónimo, es muy numerosa. Paolo, el fundador del clan, era conocido por el apodo Ciruzzo el millonario. Creó un auténtico imperio con el narcotráfico, gracias a sus contactos en la Península Ibérica, que le garantizaban el suministro de droga, en buena parte procedente de Hispanoamérica, para alimentar su red de narcotraficantes, con más de 300 afiliados.

Varios miembros de la familia están en prisión. Cosimo Di Lauro cumplía condena por varios asesinatos, lo que le llevó a cumplir dos cadenas perpetuas.