El Gobierno del presidente Guillermo Lasso ha declarado el estado de excepción en las provincias andinas de Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo, así como en la amazónica de Pastaza, con intención de contener la movilización indígena que se ha instalado con fuerza en Quito.
Los indígenas exigen que se derogue el estado de excepción y que cese la represión para propiciar un espacio de diálogo. Entre las demandas se incluyen la reducción y congelación de los precios de los combustibles, el control de precios de los productos de primera necesidad, impedir las privatizaciones y evitar la flexibilización laboral, entre otros.
Las protestas se han mantenido este miércoles mientras el Gobierno está a la espera de que el líder de la Conaie, Leonidas Iza, acepte la invitación al diálogo formulada por más de 300 organizaciones de la sociedad civil, con el apoyo técnico de la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas.