El presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado en Teherán, durante una cumbre con sus homólogos de Irán y Turquía para abordar el conflicto sirio, que la próxima reunión del llamado formato Astaná se celebrará en Rusia.
"La próxima cumbre de la 'troika' de Astaná, de acuerdo con los turnos, se celebrará en nuestro país", aseguró el líder ruso al inicio de la séptima cumbre bajo este formato para tratar el conflicto sirio que se celebró este martes en Teherán.
"Nos congratulará verles en Rusia", dijo el jefe del Kremlin al mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, y el anfitrión de la reunión, Ebrahim Raisi, sin revelar la fecha de la próxima cumbre.
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Durante su intervención, emitida en directo por la televisión, Putin se mostró convencido de que Rusia, Turquía e Irán deben continuar "desempeñando un papel clave en los procesos dirigidos a la normalización de la situación en Siria y el establecimiento de una paz duradera" en el país árabe.
Asimismo, reiteró el apoyo de Moscú a la "soberanía, independencia, unidad e integridad territorial" de Siria y denunció la política "destructiva de países occidentales, presididos por Estados Unidos" en relación con el país árabe.
Putin dijo que despierta especial preocupación de Moscú el estado de las cosas en territorios que no controlan las autoridades sirias. "De esas regiones provienen unas amenazas reales de delincuencia, extremismo, separatismo", aseguró.
Por otra parte, abogó por "medidas concretas" para impulsar el diálogo político en Siria y la creación de unas condiciones para que los sirios "puedan elegir su destino sin injerencia extranjera".