El director del FBI, Christopher Wray, se ha mostrado preocupado por la creciente presión sobre la institución y, a raíz de la polémica desatada por el registro en la mansión del expresidente Donald Trump, ha pedido respeto para la labor de los agentes.
"La violencia contra las fuerzas de seguridad no es la respuesta, da igual por lo que se esté enfadado", ha dicho Wray, en una primera reacción pública en la que ha evitado comentar directamente tanto el operativo en Mar-a-Lago (Florida).
Wray, designado por el propio Trump en 2017, ha afirmado que "siempre" está "preocupado" por las amenazas, que supuestamente han aumentado tras la redada. El propio expresidente ha denunciado una caza de brujas y numerosos republicanos han acusado directamente al FBI de servir como herramienta política de la Administración de Joe Biden.
"En los últimos años, hemos visto un aumento alarmante de la violencia contra las fuerzas de seguridad", ha reconocido el responsable de la institución, que ha comparecido ante los medios en una visita a Omaha, en el estado de Nebraska, según ABC News.
Fuentes de los servicios de seguridad citados por esta cadena han asegurado que las amenazas han aumentado y van dirigidas no sólo contra la cúpula del FBI, sino también contra agentes de a pie. También ha confirmado esta tendencia la Asociación de Agentes de las Fuerzas Federales (FLEOA, por sus siglas en inglés).