Jersón, la gran ofensiva que viene: Ucrania cambia de estrategia y baraja un contraataque a gran escala
El ejército ucraniano quiere reconquistar la ciudad para volver a tener un gran puerto en el Dniper que les permita amenazar Crimea por un lado y usar su artillería pesada contra los arsenal rusos al otro lado del río.
27 agosto, 2022 02:50"Operativamente, Rusia sufre escasez de municiones, vehículos y personal". Se encuentra en una "posición muy frágil". Su "progreso es mínimo" y su avance dentro del territorio ucraniano se puede medir "en metros por semana, no en millas". De hecho, las tropas rusas están mostrando signos de comenzar a "atrincherarse" anticipando un gran contraataque. Ben Wallace, ministro de Defensa de Reino Unido informó este jueves a través de la BBC Radio 4 de la última hora de la guerra en Ucrania y señaló que la inteligencia británica cree que Rusia se prepara para defenderse en la región de Jersón.
A finales del pasado mes de julio, Oleksiy Arestovych, asesor de Volodímir Zelenski, afirmó que la campaña para recuperar Jersón ya había "comenzado". Es más, señaló incluso paso a paso cómo iba a desarrollarse la situación en los días y semanas siguientes. "Destruiremos los depósitos de municiones, combustible, comunicaciones y mando antes de limpiar los restos de sus fuerzas", predijo en una clara señal de atacar la logística y las líneas de suministro del ejército ruso.
En aquel momento se confirmó que el ejército ucraniano había utilizado los HIMARS estadounidenses y los Caesar franceses de largo alcance para dañar al menos tres puentes sobre el río Dnipro, claves en el funcionamiento diario del ejército ruso en la zona. De hecho, otro asesor de Zelenski, Mykhailo Podolyak, dijo que las tropas rusas deberían "aprender a cruzar a nado" el río Dnipro o "abandonar Jersón mientras sea posible".
La ofensiva ha sido un secreto a voces que poco a poco se ha ido concretando. Son casi diarios los reportes que informan de bombardeos o sabotajes en diferentes arsenales rusos tanto en suelo ucraniano como en el mismo territorio ruso y el ejército ucraniano se ha replegado estratégicamente en algunas zonas, lo que podría anticipar un movimiento de tropas en otra dirección, y todo apunta a Jersón, incluido Zelenski.
El presidente ucraniano ha dicho que quiere recuperar la ciudad en septiembre, lo que tiene un sentido claro: retomar esa parte del territorio antes de que empiece el invierno y caigan las primeras nieves que endurecen el terreno, algo que siempre juega a favor del defensor. Sin embargo, los plazos que baraja Zelenski pueden ser muy optimistas pese a contar con la artillería de largo alcance donada por Estados Unidos y Francia. Antes o después, la infantería será clave y llegará la batalla calle por calle; tal y como hemos visto en Mariúpol, puede llevar meses hacer caer a toda una ciudad.
Ucrania cuenta sin embargo con algunas ventajas. Mientras Vladímir Putin firmaba este jueves un decreto por el que aumentaba en unos 140.000 efectivos los integrantes de su ejército, la información que manejan los distintos servicios de inteligencia occidentales habla de que sus tropas están dispersas y la mayoría de ellas siguen comprometidas en el Donbás. Además, se calcula que las tropas rusas en el margen occidental del río Dnipro son apenas unos pocos miles. Si en algún momento Rusia fue vulnerable a un contraataque, sin duda ahora sería el momento.
Para que todo esto se traduzca en una realidad, el ejército ucraniano ha preparado el camino con un claro cambio de estrategia. Su idea pasa por crear una ofensiva de área amplia en lugar de retomar la región pueblo por pueblo. Según los movimientos más recientes y con la primera línea del frente a apenas 15 kilómetros al oeste de la ciudad, pareciera que Ucrania está tratando de aislar a los rusos en la ciudad antes de realizar el primer ataque realmente contundente.
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Dependencia de Occidente
La inteligencia británica señala, por otra parte, que la ofensiva rusa en el Donbás avanza mínimamente y el ejécito ruso "sufre por la falta de municiones, transporte y personal. La moral en muchas unidades es baja y el estado del ejército se ha deteriorado significativamente". Algo fundamental en la guerra de la propaganda y la moral, pues hasta los analistos rusos consideran plausible que Ucrania recupere el terreno perdido desde el 24 de febrero si Rusia no consigue movilizar sus refuerzos".
"Rusia no tiene la fuerza para atacar Jarkov ni Odesa", apunta Ruslan Leviev, fundador del Conflict Intelligence Team y calcula que Putin no será capaz de recuperar su ejército en años: "No en los próximos meses, no en el próximo año, no en los próximos tres o cinco años. Rusia tardará diez años o más restaurar su ejército mientras esté aislada internacionalmente".
Sin embargo, la parte fundamental de la resistencia ucraniana pasa por la otra resistencia: la de los diferentes países de la Unión Europea a la guerra energética en la que se han visto envueltos por su dependencia del gas y el petróleo rusos y la de Estados Unidos y su capacidad para seguir enviando armas al frente de batalla sin que le pase factura al presidente Joe Biden. Mientras el flujo de armas y dinero se mantenga Ucrania podrá resistir, de lo contrario...
La supuesta ofensiva sobre Jersón no obedece a un capricho o a la simple oportunidad de tener a las tropas rusas focalizadas en terminar de conquistar el Donbás. La ciudad portuaria del Mar Negro tiene un importancia estratégica fundamental para Ucrania, pero también Rusia.
Situada en el margen oriental del estuario de río Dniper, Jersón ofrece hasta tres claras ventajas para Volodímir Zelenski. La primera de ellas pasaría por tratarse de la primera ciudad grande que su ejército es capaz de reconquistar, con la inyección de moral que ello supondría y lo que podría ayudar al relato de la expulsión del invasor.
Además, recuperar un puerto de tal dimensión cuando Rusia está intentando privar a Ucrania de todas las salidas al mar supondría un fuerte impulso económico para ellos. Y por último, y quizás más importante, desde Jersón el ejército ucraniano y su nueva artillería de largo alcance podrían alcanzar todos los depósitos de armas rusos sin necesidad de tener que tocar los puentes que unen la ciudad con el otro lado del Dniper.
Para Vladímir Putin y el ejército ruso es de vital importancia controlar la ciudad. No tanto por las posibilidades que le ofrece para su avance sino porque controlar Jersón supone una enorme dosis de tranquilidad para la península de Crimea. Todo lo que no sea manejar la situación en Jersón abre la posibilidad de que Ucrania ataque el territorio ocupado desde 2014. Y Zelenski ya ha dejado claro que intención es recuperar el territorio ucraniano en su totalidad.