Gritos de "no a la guerra", cánticos de "Putin a la trinchera" y proclamas de "la Policía es la verguenza de Rusia". El pueblo ruso ha dicho basta. El anuncio de Vladímir Putin de movilizar 300.000 reservistas para enviarlos a la guerra de Ucrania ha despertado el descontento de la población, que ha decidido rebelarse contra el presidente a través de numerosas manifestaciones a lo largo y ancho del país.
Moscú, San Petersburgo, Yekaterimburgo, Perm, Ufá, Krasnoyarsk, Cheliábinsk, Irkutsk, Novosibirsk, Yakutsk, Ulán-Udé, Arjángelsk... y así hasta 38 ciudades han mostrado este miércoles su rechazo al anuncio del jefe del Kremlin, que pretende reforzar su Ejército para hacer frente a la contraofensiva de las tropas ucranianas. Y el plan de Putin, en horas bajas tras los éxitos de Volodímir Zelenski en Járkov, es ahora más ambicioso (y peligroso): en su discurso dirigido a la nación ha abierto incluso la puerta al uso de armas nucleares. "Occidente quiere destruir Rusia y Rusia está dispuesta a utilizar todos los medios de defensa a su alcance para protegerse", ha amenazado.
Sobre las manifestaciones, la Fiscalía de Moscú ya había avisado de que castigaría con hasta 15 años de cárcel la organización y participación en estos "actos ilegales". Pero las advertencias del Ministerio Público no han intimidado a los rusos, que, bajo el lema "no a la movilización", han llenado las plazas de las ciudades para dejarle claro a Putin que su plan militar "arrojará a la picadora de carne de la guerra a miles de hombres rusos, a nuestros padres, hermanos y esposos".
Detenciones en Moscú.
Como ya había indicado el Kremlin, las detenciones no se han hecho esperar. De nada han servido las cadenas humanas que formaban los ciudadanos para impedir que la policía interviniera. Pasadas las 20 horas de la tarde, los arrestados superaban el millar. "Ya hay más de 1.400 personas detenidas en 38 ciudades", notificaba la organización independiente OVD-Info, que hace seguimientos de arrestos en Rusia.
En la capital hubo al menos 409 detenidos y en San Petersurgo al menos 444, según la misma fuente. Según esta organización, desde el inicio de la guerra en Ucrania ha habido 16.437 detenciones en protestas por la intervención bélica.
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"¿Morir por qué, a santo de qué?", se preguntaban los manifestantes. Algunos incluso se dirigían a los agentes, inquiriéndoles: "¿Por qué hacen esto si a ustedes mañana mismo los van a mandar a la guerra de Ucrania?".
Éxodo masivo
Además de las marchas, el mensaje de Putin ha provocado una estampida de ciudadanos rusos: miles de hombres jóvenes buscaban alternativas para esquivar la posibilidad de ser llamados a filas. ¿Cómo? Huyendo del país. Las búsquedas en internet con el nombre "cómo salir de Rusia" se han disparado en las últimas horas.
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Poco después de la alocución de Putin, los billetes de avión se agotaban. Los rusos que buscaban un ticket de avión para salir de Rusia se han encontrado con que no había vuelos disponibles. Los vuelos desde Moscú a Bakú, Estambul o Ereván, las capitales de Azerbaiyán, Turquía y Armenia -países que no piden visado a los ciudadanos rusos- se han agotado a los pocos minutos, según los buscadores de las aerolíneas Turkish Airlines, Azerbaijan Airlines y Armenia Aircompany. Al mediodía los vuelos directos a Kazajistán, Uzbekistán y Kirguistán también han desaparecido del buscador aviasales.ru, el Skyscanner ruso.
Ucrania
Y no sólo en los aeropuertos: también se han vivido escenas de pánico en las carreteras fronterizas. En la autovía que conecta Rusia con Finlandia, en el paso fronterizo de Vaalimaa, la única frontera que sigue abierta para los civiles rusos con visados Shengen, se han registrado largas colas de hasta 35 kilómetros. Así lo muestran imágenes difundidas en redes sociales por periodistas internacionales. Los embotellamientos de vehículos también se han formado en la frontera entre Rusia y Georgia, en concreto en el control de Verkhniy Lars.
Otros ciudadanos, entre los que se encuentran los que no han podido huir, trataban de dar con fórmulas ingeniosas para librarse del frente. Uno de los supuestos válidos para que alguien en Rusia pueda evitar la movilización es sufrir una lesión que le incapacite para el combate. Por ello, muchos buscaban en Google "cómo romperse un brazo".
Ese término -"cómo romperse un brazo"- se ha disparado en los últimos siete días en Rusia. Símbolo de que los ciudadanos rusos que son elegibles para esta movilización no quieren ni oír hablar de la guerra contra Ucrania. Otros términos incluyen "pies planos" como alternativas de búsqueda.