Los ciudadanos de los territorios parcialmente ocupados de Jersón y Zaporiyia y las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, reconocidas por el Kremlin en febrero, ya han empezado a votar en los referéndums de anexión a Rusia promovidos por las autoridades prorrusas de estos territorios. Esta mañana han dado inicio las votaciones que se prolongarán hasta el próximo día 27 de septiembre y que la comunidad internacional ha calificado de "ilegal", señalando que no se reconocerán los resultados.
Esta mañana, sobre las 8.00 horas locales, (las 7.00 horas en España peninsular) las urnas se han abierto y así permanecerán hasta las 16.00 horas. El horario de votación se repetirá cada día, hasta el final de los referéndums, pero, además, los ciudadanos podrán depositar sus papeletas en sus domicilios, patios interiores y espacios públicos. Rusia ha abierto también colegios electorales en varias ciudades para que los refugiados de estas regiones en el país puedan acudir a votar.
Según las estimaciones de las autoridades prorrusas de Jersón, se espera que 750.000 personas acudan a votar, mientras que en Zaporiyia esa cifra es de 500.000 personas, según cuenta la agencia rusa de noticias TASS. Las papeletas incorporan una pregunta sencilla: "¿Está a favor de que la región abandone Ucrania, crear un Estado independiente y ser parte de Rusia?".
En el caso de los territorios ocupados de Donetsk y Lugansk, reconocidos por Putin en febrero, la pregunta cambia un poco y cuestiona si los ciudadanos apoyan "la entrada de la república en Rusia como entidad constituyente de la Federación Rusa".
"Coerción" y "pánico"
Según relata la agencia Reuters, las autoridades ucranianas presentes en los territorios describen un ambiente de "coerción" y "pánico", señalando que los ciudadanos están siendo obligados a votar.
Serhiy Gaidai, gobernador de la región ucraniana de Luhansk, contó a la agencia de noticias que en la ciudad de Bilovodsk, controlada por Rusia, un director de una empresa les dijo a los empleados que la votación era obligatoria y que cualquiera que se negara a participar sería despedido y sus nombres serían entregados a los servicios de seguridad.
Según el mismo relato, también en la ciudad de Starobilsk se han vivido momentos de tensión: las autoridades rusas prohibieron a la población salir de la ciudad hasta el martes y se enviaron grupos armados para allanar las casas y obligar a la gente a participar en el referéndum.
"El estado de ánimo de los rusos es de pánico porque no estaban listos para llevar a cabo tan rápido este llamado referéndum. No hay apoyo, no hay suficiente gente", dijo Yuriy Sobolevsky, el primer vicepresidente desplazado ucraniano del consejo regional de Kherson en Telegram. "Hoy, lo mejor para la gente de Kherson sería no abrir sus puertas".
Ivan Fedorov, el alcalde ucraniano depuesto de Melitopol ocupada por Rusia, parte de la provincia de Zaporiyia, aseguró en la misma red social que los residentes "tienen miedo a salir de sus casas" y que se había escuchado "una fuerte explosión a las 7.00 horas de la mañana en el centro de la ciudad".
Apoyo del Kremlin
Los referéndums fueron convocados por las autoridades prorussas de los respectivos territorios este lunes y, el miércoles, en su discurso televisado, Vladímir Putín expresó su apoyo a las votaciones, después de que el día anterior ya lo hubiese hecho la Duma.
"Esas personas han decidido realizar referéndums y nos han pedido que garanticemos su seguridad, y eso es lo que haremos", dijo entonces, mientras sostuvo su narrativa, de que Rusia está centrada en "liberar a los territorios del Donbás de los neonazis ucranianos, herederos de los opresores nazis que matan y torturan" y, según sus palabras, "atacan hospitales y escuelas". "No podemos abandonar a esas personas", señaló.
Además, las autoridades rusas señalan que, en el caso de apoyo popular, la decisión sobre la incorporación de los territorios ucranianos en Rusia será "rápida". "Estoy convencido de que eso será bastante rápido", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria, recogida por Efe.
Sin embargo, explicó que el resultado de las consultas populares se someterán a "una serie de procedimientos", en el Parlamento y luego penderán de la firma del presidente. Una vez que las regiones sean reconocidas como parte de Rusia, Peskov garatizó que serán "protegidos igual que otros territorios rusos".
Rechazo internacional
Por parte de la Comunidad internacional, los referéndums anunciados han recibido un rechazo unánime. António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, condenó ayer la convocatoria de estas votaciones y recordó que cualquier anexión de territorio por la fuerza es una violación de la ley internacional.
También durante su intervención ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de EEUU, Joe Biden, tachó de "falsos" los referendos y acusó a Rusia de querer "acabar con el derecho de Ucrania a existir como Estado".
Otros países como Francia, Alemania, España o la propia Comisión Europea, tildaron de "inaceptables" estos referendos "ficticios" porque "nunca se reconocerá el intento de Rusia de legitimar su ocupación brutal de los territorios ucranianos". Y hasta Turquía los ha tachado de "ilegítimos", agudizando así el aislamiento internacional de Putin.