Zaporiyia parece ser el nuevo blanco de la ofensiva rusa. Tras semanas centrando sus operaciones en las zonas ocupadas de Ucrania, en las que llevó a cabo los referéndums ilegales de anexión y en las que está sufriendo duros reveses, las fuerzas militares rusas han centrado sus atenciones esta noche en la ciudad de Zaporiyia. El control de la región es muy importante porque alberga la mayor central nuclear de Europa, cuyo control se disputan Rusia y Ucrania desde el inicio del conflicto y cuyos daños están preocupando a la comunidad internacional.
Esta madrugada, un primer ataque con siete misiles destruyó un bloque de viviendas provocando la muerte de al menos dos personas, aunque el número de víctimas podría ser aún mayor, una vez que hay gente atrapada entre los escombros. ya esta mañana, tres otros misiles impactaron en la ciudad en otras tres zonas distintas. Aún se desconocen las bajas producidas por este segundo ataque.
"Una mujer murió en el acto. Otra murió en una ambulancia", ha descrito el gobernador de Zaporiyia, Oleksandr Starukh, en Telegram sobre las explosiones que ocurrieron en la madrugada. "Al menos 5 personas están bajo los escombros de los edificios. Muchas personas se salvaron. Entre ellos se encuentra una niña de tres años. Se está llevando a cabo una operación de rescate en el lugar", añadió.
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Según ha relatado Starukh, los misiles impactaron en edificios residenciales antes del amanecer, provocando incendios y una "destrucción significativa". El gobernador ha pedido a los residentes que "extremen la precaución", advirtiendo de que existe "una alta probabilidad de "que se repitan los ataques con misiles", temor que se ha confirmado con las nuevas explosiones, horas más tarde.
Según relata un periodista de la BBC presente en el lugar, el bloque de edificios de cinco pisos se encuentra en una amplia avenida en el centro de la ciudad, donde los equipos de rescate están revisando los restos destrozados. Hay varias columnas de humo y cristales y escombros esparcidos por la calle. Las tiendas frente al edificio también quedaron destrozadas.
"Las ventanas explotaron. Mi hija se asustó tanto que se escondió en un rincón y no pude sacarla a rastras. Le dije, por favor, acércate a mí y me dijo: 'No mamá, tengo miedo'. No entiendo cómo pudieron hacerlo. Eran sólo personas, niños. No hemos hecho nada. ¿Por qué nos torturan así?", cuenta una Olha Chobotariova, en declaraciones a la BBC.
Avance ucraniano
Los ataques se producen en un momento en que el ejército ucraniano ha logrado un progreso muy significativo en dos frentes, en el este y el sur, arrinconando a las fuerzas rusas. En la vecina región de Jersón, las fuerzas de Ucrania parecen estar reagrupándose después de recuperar tres aldeas más a lo largo del estratégico río Dnipro.
Esta mañana, el ejército ucraniano explicó que la situación seguía siendo difícil y que las tropas rusas seguían bombardeando áreas civiles. Tras recuperar la ciudad estratégica de Lyman, en Donetsk, el ejército ucraniano avanzó hacia la región de Lugansk y el gobernador dijo que seis aldeas habían sido "liberadas" en los últimos dos días.
Los avances de Ucrania tienen especial relevancia porque están ocurriendo en territorios que Rusia está anexionando tras los referéndums realizados a finales de septiembre, que la comunidad internacional rechazó de forma unánime, al tacharlos de "farsa".
Zaporiyia es una de esas cuatro regiones. Además, este miércoles, Putin había ordenado a las fuerzas armadas rusas que tomaran el control de la central nuclear de la ciudad, aún dirigida por ingenieros ucranianos a pesar de que las fuerzas rusas la capturaron a principios de la guerra. La central eléctrica está justo en la línea del frente, en la orilla de un embalse controlado por Rusia, con las fuerzas ucranianas en la orilla opuesta, y ambas partes han advertido sobre el peligro de un desastre nuclear.