El Ministerio de Defensa de Rusia ha nombrado al general Sergei Surovikin como nuevo comandante de las fuerzas del país en Ucrania. Moscú ha tenido que recurrir al que puede ser el 'Napoleón ruso' solo una semana después de la retirada de la ciudad estratégica de Liman a consecuencia del avance ucraniano.
Surovikin ha comandado hasta ahora a las fuerzas del flanco sur durante el conflicto y previamente ejerció como comandante en jefe de las fuerzas aeroespaciales rusas.
Sancionado por la Unión Europea (UE) en febrero, el general, de 55 años de edad y nacido en Novosibirsk, también participó en la segunda campaña chechena y en el conflicto de Tayikistán, según el comunicado emitido por el Ministerio de Defensa de Rusa y recogido por Interfax.
De 1991 a 1795
Pero también es conocido por su actuación en las manifestaciones a favor de la democracia que tuvieron lugar en Rusia en la década de 1990. Durante el intento de golpe de Estado de agosto de 1991, Surovikin, entonces capitán, dirigió una división de fusileros que atravesó las barricadas levantadas por los manifestantes. En el enfrentamiento murieron tres personas una de ellas, aplastada.
"Es muy simbólico que Sergei Surovikin esté ahora a cargo de este último esfuerzo por restaurar la Unión Soviética", escribió Grigory Yudin, politólogo y sociólogo ruso, según recoge The Guardian. "Esta gente sabía lo que estaba haciendo en 1991 y lo sabe ahora", añadió.
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Ese es el primer paralelismo con Napoleón Bonaparte. Casi 200 años antes de las manifestaciones de 1991 -exactamente el 5 de octubre de 1795-, el corso reprimió la insurrección realista del 13 de vendimiario, periodo comprendido entre el 22 de septiembre y el 21 de octubre, según el calendario revolucionario.
En ese momento, fueron los monárquicos los que se atrincheraron en la iglesia de Saint-Roch de París. Bonaparte reaccionó mandando avanzar la artillería y bombardeando el atrio del templo. Fue el primer hecho de armas importante del general.
Expedición a Siria
Surovikin también dirigió la expedición militar rusa en Siria de 2017, donde fue acusado de utilizar tácticas "controvertidas" que incluían bombardeos indiscriminados contra combatientes antigubernamentales.
Esa es la segunda semejanza con Bonaparte. En 1798, quien cuatro años después sería proclamado emperador, propuso llevar a cabo una expedición para colonizar Egipto, por aquel entonces una provincia otomana, y así proteger los interese comerciales franceses frente a los británicos.
Desde allí, condujo al ejército francés hacia Siria, otra región del imperio turco. Una fuerza expedicionaria de 13.000 soldados cruzó el Sinaí y conquistó varias ciudades costeras. El asalto a la ciudad de Jaffa fue brutal. La matanza terminó cuando Bonaparte ordenó la ejecución de 3.000 prisioneros turcos.
Napoleón fue encarcelado y desterrado por los británicos a la isla de Santa Elena, en el Atlántico, el 15 de julio de 1815. Surovikin ha visitado la cárcel en dos ocasiones. La primera de ellas por su intervención en las protestas de 1991. La segunda, por presunta venta de armas.
Momento crítico
Durante más de 30 años, la carrera de Surovikin ha estado salpicada de acusaciones de corrupción y brutalidad. Su ascenso ha sido meteórico en los últimos meses gracias al éxito cosechado en los combates del este de Ucrania, donde la mala comunicación y la cooperación han afectado a la fuerza de invasión rusa.
Su nombramiento ha coincidido con la última humillación sufrida por Vladimir Putin. El puente de Kerch, la principal ruta de conexión entre Rusia y Crimea, quedó el sábado seriamente dañado a consecuencia de una enorme explosión.
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La detonación fue primero atribuida al estallido de un camión que, inmediatamente después, provocó la detonación en cadena de al menos siete tanques de combustible transportados por ferrocarril. El incidente se saldó con tres fallecidos, según las autoridades rusas.
Algunos rusos han acogido con satisfacción el nombramiento de Surovikin. Entre ellos se encuentra Yevgeny Prigozhin, el célebre fundador de la empresa militar privada Wagner.
Crítico acérrimo de la cúpula militar, en su opinión "Surovikin es el comandante más capaz del ejército ruso". En un comunicado publicado por Concord, empresa a la que está asociado que es una "figura legendaria" que "nació para servir fielmente a su patria".