“La causa central del 6 de enero fue una persona, un hombre; fue Donald Trump”. Así resumía la congresista republicana Liz Cheney, vicepresidenta del comité del Congreso que investiga el ataque al Capitolio, el resultado de más de cuatro meses de pesquisas sobre el papel del expresidente en el asalto al Parlamento de EEUU.
Durante su décima audiencia pública – la última antes de que empiecen las elecciones de mitad de legislatura o ´mid term´ - , el comité del Congreso reveló nuevas evidencias y mostró un video que mostraba cómo el expresidente Donald Trump sabía que había perdido las elecciones, pero aun así siguió adelante con los esfuerzos para anular los resultados, lo originó el ataque al Capitolio.
Al comienzo de la audiencia, el representante demócrata por Mississippi y presidente del panel, Bennie Thompson, anunció que el comité había acordado cambiar el formato de la sesión al de ´reunión de negocios´. Este pequeño tecnicismo permite al comité deliberar sobre acciones de investigación.
Así pues, al final de la sesión del jueves, el panel de investigación, formado por siete miembros de la Cámara de Representantes, dos republicanos y cinco demócratas, aprobó por unanimidad la petición al Departamento de Justicia una citación judicial para el expresidente.
Trump tiene que rendir cuentas
"La necesidad de que este comité escuche a Donald Trump va más allá de nuestra búsqueda de evidencias, de hechos. Esta es una petición para que rinda cuentas ante el pueblo estadounidense. Debe rendir cuentas. Debe responder por sus acciones", explicó Thompson, declarándole así la ´guerra´ a Donald Trump en los juzgados.
Analistas políticos consultados por EL ESPAÑOL destacan que este movimiento “escenifica una escalada significativa de las hostilidades entre el comité y el expresidente Trump”. Por su parte, expertos en política estadounidense citados por los principales medios del país añaden en este sentido que “nadie espera que Trump cumpla con la citación”, aunque reconocen que con esta acción, el comité establece un antes y un después. El Comité del 6 de Enero demuestra así de forma inequívoca que quiere información directamente de Trump para completar su investigación sobre el ataque el Capitolio.
Cabe destacar que los republicanos se han comprometido a poner fin al panel del 6 de Enero si recuperan la mayoría en la Cámara de Representantes en las elecciones de noviembre, en las que se decidirá el color de 2/3 de los escaños del Congreso y de una tercera parte de los del Senado.
Aunque nadie espera que Trump se preste a testificar, lo cierto es que la citación seguramente desencadene una batalla judicial que se alargue “meses y puede que años”, según fuentes con conocimiento del asunto consultadas por este medio.
No en vano, el expresidente se ha burlado en varias ocasiones del panel del Congreso, al que ha tildado de “Comité no seleccionado de matones y hackers políticos”. Trump ha llamado “malvados, siniestros y antipatrióticos” a los miembros del comité de investigación y se ha quejado de que los procedimientos del “tribunal partidista” del comité “no han permitido el debido proceso, ni el contrainterrogatorio ni la presencia o entrevista de ningún miembro republicano real de los testigos”.
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Aunque raro, no se trata de una petición sin precedentes, pues el Congreso ya ha citado a otros presidentes y expresidentes para que testifiquen. Es más, este mismo comité recurrió a la citación judicial y a la aprobación de un informe de desacato penal contra el aliado de Trump, Steve Bannon, después de que este se negara a cumplir con el plazo de una citación.
Elie Honig, analista de CNN y exfiscal federal comentó al respecto que si bien es "poco probable" que Donald Trump comparezca ante el Comité del 6 de Enero, "teóricamente" podría testificar. Si no lo hace, y se niega a cumplir con la citación, el comité selecto tendrá que decidir si vota para mantenerlo en desacato penal al Congreso. Si lo hacen, entonces irá a la Cámara en pleno para una votación, añadió Honig. “Si se aprueba, pasa al Departamento de Justicia, donde el Departamento de Justicia, el fiscal general, Merrick Garland, tendrá que decidir si presentamos cargos penales por desacato al Congreso”, explicó la experta. De hecho, el desacato penal es una de las tres opciones de las que dispone el panel del Congreso para hacer cumplir sus citaciones, junto con el desacato civil e inherente.
El asalto al Capitolio desde dentro
Entre las nuevas pruebas se encontraban mensajes de texto de agentes del Servicio Secreto que mostraban que estaban al tanto de posibles amenazas a los miembros del Congreso y al entonces vicepresidente Mike Pence antes del 6 de enero. El comité también mostró imágenes nunca antes vistas de miembros del Congreso, incluyendo a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, rogando encarecidamente a varios miembros de la Casa Blanca que tomaran cartas en el asunto de forma inmediata.
En los videos se puede ver a Pelosi junto a otros líderes del Congreso pidiendo ayuda por teléfono a los gobernadores de estados cercanos, al secretario de defensa y al fiscal general interino mientras los asaltantes tomaban el Capitolio.
“Imaginad por un momento que estamos en el Pentágono, o en la Casa Blanca, o en algún otro lugar seguro en el que podáis desplegar efectivos y mandar ayuda mientras tramáis el plan de acción” se oye decir a la presidenta de la Cámara Baja estadounidense.