La abrupta salida del expresidente de la República Popular China, Hu Jintao, durante la ceremonia de clausura del Congreso del Partido Comunista, ha copado los titulares de la prensa internacional este sábado. El exmandatario ha sido expulsado del cónclave tras acercarse a su asiento un funcionario del Gobierno de Pekín, quien le ha instado a abandonar la sala agarrándole del brazo ante la sorpresa de los medios congregados en el evento.
Al incorporarse de su asiento, Hu ha necesitado de la ayuda de uno de los bedeles que se han acercado a su posición, dando muestra de su frágil estado de salud. Parte de los observadores allí presentes consideran que la situación acontecida puede atender a este hecho y no a una purga política.
No obstante, antes de abandonar el Congreso, una vez ya estaba siendo escoltado fuera de la sala, se dirigió a Xi Jinping, quien estaba sentado a su izquierda. Al producirse este breve intercambio de palabras, Xi se ha limitado a asentir con la cabeza, sin dar ninguna muestra de sorpresa ante lo acontecido.
Desde el Ejecutivo de Pekín guardan, a pesar de las especulaciones, silencio. De un tiempo a esta parte, Xi Jinping ha tratado de socavar la disidencia interna dentro del Partido Comunista Chino mediante una purga que ha afectado a todos los estamentos del Gobierno: desde pequeños funcionarios hasta altos cargos del Ejecutivo. Según ha confirmado Efe, el expresidente chino también ha desaparecido de las redes sociales gestionadas por Pekín.
Hu Jintao desempeñó el cargo de presidente de China entre 2003 y 2013. Entre otras responsabilidades, también ha ocupado la posición de secretario general del Partido Comunista Chino, presidente de la Comisión Militar Central de la República Popular China o secretario de la Liga de la Juventud Comunista.