El Ejército de Ucrania afirma que uno de sus francotiradores ha matado a dos soldados rusos desde 2.710 metros de distancia, lo que se convertiría en el segundo disparo más lejano de la historia en combate.
Según informan las Fuerzas Armadas de Ucrania en su canal de Telegram, "el ocupante fue eliminado por un disparo certero a 2.710 metros, una distancia que ocupa el segundo lugar en el ránking mundial de disparo en combate".
El récord es de un francotirador canadiense que disparó a un terrorista del Estado Islámico a una distancia de 3.540 metros en Irak en 2017.
En un vídeo de 24 segundos publicado por Ucrania se ve cómo el francotirador ucraniano, del que no ha trascendido su identidad, sigue a través de la cámara de visión nocturna los movimientos de un soldado ruso tras los árboles. En un momento dado, fija la mira del arma en él, dispara y cae abatido.
Unos segundos después, la cámara térmica del francotirador muestra a otro soldado ruso que corre, aparentemente, hacia su compañero para ayudarle. El francotirador vuelve a fijar el arma y dispara, matando así al otro soldado.
Si bien Ucrania no ha informado dónde ocurrieron los hechos ni qué arma se utilizó, en caso de que se confirme la distancia a la que han sido abatidos los dos soldados rusos, el francotirador ucraniano superaría al británico Craig Harrison, de la división de Blues and Royals RHG/D del Ejército de Tierra del Reino Unido, que mató a dos talibanes a 2.475 metros en Afganistán en 2009.
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Usuarios de redes sociales ponen en duda estos vídeos afirmando que la mayoría de los visores térmicos no habrían podido detectar a los soldados rusos a esa distancia.