Son pocos los líderes internacionales que estrechan la mano a Vladímir Putin desde que decidió la invasión de Ucrania y menos aún los que lo hacen en público. Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, ha sido recibido con honores en Rusia y como aliado en el Kremlin: "Siempre es grato volver a una nación con la que mantenemos excelentes relaciones políticas", afirmó a su llegada a Moscú el sábado.
Hasta este martes, Díaz-Canel se ha reunido con compatriotas en aquel país, con el veterano líder comunista Guennadi Ziugánov o con el expresidente ruso Dimitri Medvedev, autor de algunas de las manifestaciones más atroces para justificar la guerra: Rusia "lucha para detener a Satanás, (...) contra un puñado de drogadictos nazis locos y una gran jauría de perros ladradores de la perrera occidental".
"Tanto Rusia como Cuba están sometidas a sanciones (...) que proceden y tienen su origen en el mismo enemigo, el imperio yanqui, que ha manipulado también a una parte importante del mundo", aseguró Díaz-Canel al comienzo de la reunión con su colega ruso en el Kremlin.
"Rusia siempre puede contar con Cuba", afirmó y se declaró admirador del "liderazgo" del jefe del Kremlin. Los gobiernos de Rusia y Cuba han mostrado sintonía a la hora de señalar enemigos, protestando con una sola voz contra las sanciones del "imperialismo" a sus respectivos países. En una intervención este martes en el pleno de la Duma, Díaz-Canel ha subrayado que "existen amplias coincidencias en los principales temas de la agenda internacional".
"Nuestro primer compromiso ha sido seguir defendiendo la posición de la Federación Rusa ante este conflicto que, entendemos, ha sido creado y tiene su origen lamentablemente manipulado por el gobierno de los Estados Unidos ante la opinión pública internacional", comentó.
"Usted había estado alertando al mundo hace tiempo de que era inadmisible el avance de la OTAN hacia las fronteras rusas. Estados Unidos manipuló esa situación, trató de encontrar en la guerra, como siempre lo hace en las guerras extraterritoriales (...), la posibilidad de emerger como el gran solucionador de los problemas", dijo.
Una estatua a Fidel
La audiencia con Putin tenía como propósito abordar el "actual estado y las perspectivas de desarrollo de la asociación estratégica ruso-cubana en el ámbito político, económico-comercial, cultural y humanitario, así como intercambiar opiniones sobre asuntos clave" de esa agenda internacional, según el Kremlin en un comunicado.
Más en particular, Díaz-Canel pretende importar fertilizantes, trigo e hidrocarburos rusos. En el último caso para restaurar las centrales eléctricas y acabar con los apagones a los que han tenido que acostumbrarse los cubanos.
En la agenda del presidente cubano está además la asistencia a la inauguración de una estatua en Moscú en honor al fallecido Fidel Castro en una plaza del mismo nombre.
Díaz-Canel llegó a Moscú procedente de Argelia, donde inició una gira internacional que también le lleva a Turquía y China. Visitó el país por última vez en 2019. Por su parte, Putin viajó a La Habana nada más asumir el poder en el año 2000. Años más tarde condonó casi toda la deuda contraida por Cuba con la URSS.
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