China está sumergida en un completo caos tras el plan de 'cero covid' impuesto por el presidente Xi Jinping. Las manifestaciones contra las estrictas medidas del Gobierno se han intensificado en los últimos días.
El gigante asiático es uno de los únicas economías del mundo que aplican una política de este tipo. Las restricciones se deben, en parte, a los niveles de vacunación relativamente bajos que hay en China y al esfuerzo por proteger a las personas mayores.
Las protestas han surgido tras la muerte de 10 personas en el incendio de un edificio aparentemente confinado en Urumqi este jueves. El incidente ha sido un punto de inflexión para una sociedad donde millones de ciudadanos están cansados de tres años con restricciones de movimiento y pruebas diarias.
La ira social acumulada contra los líderes del Partido Comunista se ha extendido hasta el último rincón de China, desde las principales ciudades hasta las regiones más remotas como el Tíbet. Esto ha causado la revolución de varios sectores del país, incluidos los jóvenes estudiantes universitarios, los trabajadores de las fábricas y los ciudadanos comunes.
La relevancia de que las protestas no dejan de crecer y de volverse un acto más común es porque en China cualquier tipo de crítica al gobierno y al presidente puede acabar en duras sanciones. Y aunque no estaban acostumbrados a ver a sus ciudadanos en las calles protestando contra el Gobierno, es lo más visto estos últimos días.
Sin embargom lo de este fin de semana ha sido inusual, ya que el número de personas ha sido muy superior al esperado en las diferentes manifestaciones, además de la sinceridad en las críticas al gobierno y al presidente Xi Jinping.
Las grabaciones en redes muestran a grupos de manifestantes cantando "los que os negáis a ser esclavos, alzaos", que pertenece a una estrofa del himno nacional chino, o gritando "queremos libertad", "no queremos hacernos pruebas PCR" o "que les follen a los códigos QR", en referencia a la obligación de escanear con una aplicación móvil los códigos QR sanitarios a la entrada de cualquier establecimiento o incluso en parques para que, cuando las autoridades detectan un contagio, puedan determinar quién ha tenido contacto con esa persona en cada momento.
En otros círculos, se podía escuchar a la multitud gritando: “¡No quiero la prueba de covid, quiero libertad!”, “¡No quiero dictadura, quiero democracia!”, "Abajo el Partido Comunista, abajo Xi Jinping", recoge la cnn.
Por otro lado, diferentes ciudadanos optaron por ondear la bandera china, levantar cartulinas blancas y cantar el himno nacional cuyas letras defienden los ideales revolucionarios e instan al pueblo a “levantarse, levantarse”. Es una muestra de patriotismo que también podría leerse como una expresión de solidaridad con los compatriotas chinos que sufren la política de ‘covid cero’ de Xi, y un llamado a la acción.
En Shanghai, precisamente en la calle Urumqi, centenares de personas se congregaron la noche del sábado y la mañana del domingo para celebrar una vigilia en recuerdo de los fallecidos en el incendio. Transcurrió de manera pacífica, pero en redes sociales algunos afirmaban que se produjeron detenciones.
En el centro de Pekín decenas de personas protestaron la noche del domingo, uniéndose a la ola de movilizaciones de los últimos días a lo largo de ciudades de toda China. Se trata de la primera protesta numerosa que se registra en las calles de la capital, la mayoría son jóvenes uniersitarios.
No hace mucho tiempo era impensable que los ciudadanos chinos salieran a las calles en masa pidiendo la renuncia del presidente Xi. Pero las nuevas restricciones cada día más duras, han sido un punto crítico en el pueblo Chino, que ahora quiere libertad. Estas protestas están siendo un gran desafío para los líderes de China.
Aunque a pesar de las estrictas medidas, el número de casos de China esta semana alcanzó récords históricos desde el inicio de la pandemia. En Pekín, especialmente blindada contra los rebrotes desde 2020, experimenta ahora sus niveles más altos de contagio. Según el último parte oficial, este sábado fueron detectados más de 4.300 nuevos casos, de los que el 82% son asintomáticos según los estándares de las autoridades sanitarias.